domingo, 4 de enero de 2009

DE MERCADOS Y MERCADERES...

¿Os imagináis a un mercader poniendo en suspenso al mercado...? Yo sí. Porque el mercado es un concepto que, cómo tal, forma parte de las ideas, del pensamiento. Algo sobre lo que se puede reflexionar, opinar, debatir, cuestionar...El mercader responde a un sentimiento, una forma de sentir y ver la vida. Y a veces uno puede rechazar el mercado y no puede evitar sentir como un mercader. El mercader mercadea para echar un pulso en el trato. Compite con su oponente. Le interesa más marcar el territorio en el intercambio, establecer su cota y ganar. Lo de menos es la pieza que obtenga.

Yo conozco uno por lo menos. Habrá más. Seguro. Pero el ejemplar que yo tengo detectado es especial. Y especialmente crítico con algunos de los aspectos que contribuyen a definir el sistema de mercado en el que Occidente mercadea. Y además lo hace muy bien . Es inteligente, agudo, sutil, y tiene la habilidad de decir lo que todos quieren entender.

Veréis, os cuento: es capaz de criticar la especulación y el consumo voraz que sustentan al sistema. Pone en cuestión el concepto de progreso y sus palabras sirven de azote para el desarrollismo bestial que nos azota. Es tremendamente crítico con el uso indiscriminado del consumo energético.Enarbola, si es necesario, el estandarte de la solidaridad y hace ondear la bandera de la austeridad para lograr, entre otras cosas, la conservación del planeta y un mejor reparto y distribución de los recursos. Delezna la salvaje competencia y, en más de una ocasión, se refirió acertadamente a las fatales consecuencias de la carrera competitiva que parece seducirnos en cuestiones banales : ser más bellos que, más ricos que, más fuertes que, obtener más audiencias que...
Observando un poquito desde mi nube, echando un vistazo a tierra a través de un pequeño agujero que desde abajo me agradecieron inmensamente al dejarles ver un trocito de celeste, le ví entrar en los servicios de un restaurante. Ya en el mingitorio, coincidió en los urinarios con otro al lado. Mientras ambos procedían a evacuar el líquido elemento que les presionaba la vejiga, mi referido gira levemente la cabeza hacia su izquierda, dirigiendo la vista hacia las partes bajas de quien a su lado se encontraba y sonriendo socarronamente, piensa:" ¡ Te jodes que yo la tengo más grande!". No pudo evitarlo...
Karen Dinesen

2 comentarios:

belijerez dijo...

Genialllllllllllllllllllll.

Me quedo colgada de tu texto.

Disculpa que ya sólo te leeré, mis comentrios pueden ensuaciar tu pulcra escritura.

Aunque no te comente, porque me siento ridicula al hacerlo, te leeré todo. Incluso lo releo.

Karen Dinesen dijo...

Caray, Beli! No me hagas esta faena. Eres mi "mejor crítica".Je,je,je... Tienes que segur comentando, "porfa".Beli, no te perdonaré que no entres a comentar.