Va por y para tí, anónimo payaso, porque creo que estoy en deuda contigo.Suelen ser éstas, deudas impagables. No pretendo yo cancelarla pero sí mostrarte mi agradecimiento.
Al payaso que aceptó ser abrigo
Quisiera poder poner rostro y nombre
en esa, que advierto, tierna mirada.
que asoma limpia en tu cara pintada.
Dime al menos, payaso, que eres hombre.
Que cuanto expresas es lo que tú sientes
aunque te exija un verso exagerado
el complejo entramado del rimado.
Dime al menos, payaso, que no mientes
Y dime que si en mis versos no hay arte
tú lo ves en lo que escribo, conmigo.
Dime que amor recibo de tu parte,
que a mi lado te quedas, buen amigo,
que soportas el frío sin helarte,
y aguantas hasta que verdee el trigo.
(Karen Dinesen)
7 comentarios:
Jolines con la niñaaaaaaaa. Pues no que borda (en seda) los sonetos.
Precioso soneto, preciosa foto.
¿María Fernanda Alvarez?
Restaurante La Seronda.
Precioso.
Revisando los comentarios en mi blog, he visto el tuyo. Me gusta lo que escribes y como lo escribes.
Vaya soneto más guapu, eres una artista.
Te agradezco la visita y el comentario, Miner. Ayer mismo suprimí unas cuantas entradas porque me dio un bajón... Revisé lo escrito y sentí un pelín de pudor al comprobar que ponía muchas veces "el alma en cueros" y no acostumbro a hacerlo en público. Esto del blog es para mí una experiencia muy nueva. Hace apenas un año sólo usaba Internet `para hacer consultas.Escribo desde siempre, pero para mí. Al tomar conciencia de que podían leerlo personas que no conozco de nada (aunque no es fácil llegar hasta aquí)me entró agobio y no lo pensé dos veces.Cogí y empecé a suprimir. ¿Se nota que soy una charlatana, Miner?
Al anónimo: (¿eres tú el que aceptaste el puesto de "abrigo"que ofrecía en otro soneto "suprimido"?)Ni mi nombre es María Fernanda Alvarez ni sé de ningún restaurante que se llame La Seronda.Gracias por tus comentarios.
Se nota.De todas maneras después de leer tu blog me da ganas de cerrar el mio, pues yo si que soy atrevido.Así que animo, esta muy bien lo que escribes.
Gracias, Miner, caray.
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