martes, 10 de marzo de 2009

COMPETIDORES DE ALTURA


Si no puedes con el enemigo...ya sabes



Siempre me consideré privilegiada al poder trabajar ejerciendo mi profesión.

Por un lado contaba, en el contexto del centro de trabajo, con un Proyecto Educativo cuyo contenido teórico sería la envidia de cualquier profesional de la enseñanza que pretendiese educar en y para la libertad del individuo y la participación consciente del mismo en la construcción de una sociedad libre y justa. Palabras mayores, cierto. Pero si la finalidad no se formula en un marco utópico el recorrido acabará por quedarse a dos pasos del punto de partida. En este marco general pueden y deben plantearse objetivos concretos a corto plazo que permitan ir avanzando en la andadura. Es como el Tour de Francia. Si te lo planteas de un tirón no hay inconsciente que se apunte. Pero por etapas, el Tourmalet, por ejemplo, se hace más llevadero. Y siempre puedes disfrutar de unas cuantas aunque te apees antes de llegar a la meta final.

Por otro, la profesión que desempeño me atrae en sí misma. Me divierto (antes más que ahora, lo reconozco), me permite la comunicación (yo soy “eso”), disfruto cuando veo los resultados del trabajo, aunque en el contexto social actual cueste más obtenerlos ya que los agentes externos contrincantes presentan dura batalla.

Mis compañeros y compañeras de profesión dicen con frecuencia que los niños de hoy no atienden ni se concentran. Yo, compartiendo que conseguir la atención resulta más difícil que antaño, no estoy completamente de acuerdo con esa afirmación. Las personas, en general, respondemos o no, dependiendo del estímulo.

Cuando mi sobrina está viendo una película de Disney en T.V., le pongo la mano delante del rostro y ni siquiera me la quita. Es ella quien se aparta del obstáculo que le impide la visión, inclinando la cabeza hacia un lado o desplazándose en el asiento. El obstáculo está en un segundo plano frente a la pantalla que ocupa toda su atención.

En cierta ocasión llevé a mis alumnos al aula de informática (así denominada porque es donde están los ordenadores, sencillamente) y les puse a hacer un trabajo aburrido hasta la saciedad y, bien mirado, sin funcionalidad alguna. Lo elaboraron sin parpadear, con los ojos fijos en la pantalla y en aquella flecha que desplazaban, con sólo mover una mano sobre el ratón, hacia una u otra cuadrícula esperando la aprobación, o no, de la ejecución, a través de una voz: “MUY BIEN”, “ERROR, inténtalo de nuevo”… A mí no me habrían dado oportunidad de halagar la tarea si hubieran tenido que hacerla en el aula sobre un soporte de papel y con la ayuda del lápiz. Se habrían dedicado a diversas actividades que nada tendrían que ver con el objetivo previsto, y que exigirían por mi parte continuas llamadas de atención.

¿Por qué…? Porque es el MEDIO en sí mismo el que les motiva y estimula. Lo de menos es la tarea. Como si les pones a tragar sapos. Creo que si se investigase en el cerebro de estos chicos, se advertiría ya una pequeña muesca que sería indicio de que su chip “estímulo-respuesta” ha sufrido una modificación respecto al de nuestras generaciones.
Unos días atrás solicité la ayuda de uno de mis alumnos. Le pedí que, si no tenía inconveniente, fuese tan amable de enumerar sus juegos preferidos. Tengo que decir que el fútbol (tan denostado él durante el franquismo resulta que puede ser hoy una tabla de salvación) encabeza el ranking. No hay nada que lo desplace. A partir de ahí surgió un rosario de medios electrónicos (curiosamente no mencionaba los juegos sino el medio que le permite jugar) sobre los que le rogué ilustración : Play Station 1,2 y 3 (el primero, P.S.1, en decadencia según apuntó), PSP, Nintendo Color, Nintendo normal, Game Boy ADVANCE, SP, DS normal, DS LITE, X BOX 3-60… ¡¡Guauuuuu!!. Esto último se correspondería con la expresión reprimida y, por tanto, no explícita que me produjo el desgrane de armamento…

Yo aún tengo la fortuna de conseguir que un número importante de mis “enfants” se aficione a la lectura (destrezas tiene el diablo por viejo). Afición que comparte su tiempo de ocio con semejantes “fusiles de asalto”. Pero todo lo que forma parte del “arsenal electrónico”, junto con el ordenador y la TV constituyen instrumentos de “formación” (ignoro en qué dirección) de nuestros niños.

La escuela siempre parece ir a remolque de la sociedad…pero eso no nos exime, a quienes estamos inmersos en este tinglado de la educación, de asumir la responsabilidad que tenemos en el asunto. Tendré que pensar seriamente en diseñar una parte de mi acción educativa contando con el arsenal mencionado. Es absolutamente necesario para el desempeño de mis funciones, conocer en profundidad a mis competidores. Establecer con ellos acuerdos o disputas. Pero no puedo ignorarlos. Sería una irresponsabilidad por mi parte.

Será cosa de ir poniéndose al día…¡ Ufffffff !


(Karen Dinesen)

4 comentarios:

miner dijo...

Esta entrada de hoy es sumamente interesante.
En principio, que logres hacerlos leer ya es un punto a tú favor, y quizá ellos algún día te lo agradezcan.
La lectura ayuda a la comprensión, y un problema matemático,por ejemplo, hay que leerlo e interpretarlo, y quién lee bien, siempre tendrá mayor facilidad para resolverlo.
Yo creo que en las enseñanza actuales, prima más las ciencias y eso es un error.
Bueno no me enrollo más, como siempre tus explicaciones son muy lucidas, y bien argumentadas.
Un saludin de Geoorge Cloony

mary dijo...

menudo nivel.....cloony por aquí....,ya sabes el refrán , si no puedes con el enemigo únete a el...y ademas me parece que no debe de ser tan mala compañía cuando tiene tantos adeptos ,en cuanto a la lectura no sabes tu lo mucho y bien que haces ,seguro que tendrán el día de mañana un pequeñu recuerdin para esa profe que tanto se lo recomendó...felicidades profe....

Anónimo dijo...

Gracies por la visitina, Miner, Mary...
Hace unos años encontré a un mocete universitariu ya, que después de saludame efusivamente , me pregunta :"¿Sabes que tenemos en común todos los que fuimos tus alumnos...? Y añade: "Que a todos nos gusta leer". El "todos" ye muy grande, ¡qué más quisiera yo!.Pero no sabéis lo que me prestó que tuviera esa percepción.Fue una gran satisfacción.

belijerez dijo...

...pos pa mi que lo primero es no verlo como enemigo...

Yo no se del gremio, y cada vez me alejo más de lo menores y jovenes sin embargo pienso que motivar los espacios de relación y comunicación, partiendo de microrelatos (por ejemplo) tiene que motivar a la lectura y la consiguiente participación.conseguir crear frases individual y en grupos..........no se se me ocurren actividades.
Hoy curiosamente estuve en un par de clases de la UNED, y no me parecieron muy oportunos los dos profesores. Realmente las expresiones verbales cada vez dejan más que desear. Nuestra rica lengua está entrando en declive, en mi opinión........Ufff me pierdo.