lunes, 9 de marzo de 2009

¿QUÉ TAL LA VIGA EN NUESTRO PROPIO OJO?...

La edad nos pone encima dudas y sabiduría.
Algunas personas llevan el paso y el peso del tiempo con animosidad sin que ésta les ciegue el destino ineludible al que les conduce. Otras no pueden evitar que les salpique la acidez, acidulando cuanto hacen aún sin pretenderlo.
El tiempo nos permite avanzar en sapiencia y buen hacer en nuestro quehacer, bien sea éste del ámbito de lo profesional o del amateur. Pero nuestra lucidez no tiene una trayectoria lineal. Sufre alteraciones que se reflejan en subidas y bajadas. Y, consecuentemente, somos capaces de hacer grandes cosas, y otras intrascendentes, nimias o sin valor alguno. Esto no debe impedirnos hacerlas, expresarlas...aunque puedan ser juzgadas objetivamente como buenas, mejores, malas o peores...
Hablando sobre escribir, por ejemplo, es obvio que, salvo las personas dotadas de excelente genialidad- ejemplos que escasean -, el resto producirá, en el conjunto de su obra, obras mayores y menores. Con calidad unas, sin ella otras. Sin embargo es necesario que expresen lo que saben y llevan dentro. Sólo así saldrá lo bueno, de lo que podrán sentirse orgullosos. También lo malo que no debe ser motivo de vergüenza, sino que debe ser asumido como parte de nuestras limitaciones. Es necesario cocinar mucho para poder obtener un plato excelente. En este campo pasa lo mismo. Se necesita escribir mucho para que entre lo malo surja algo bueno.
Algunos profesionales de la crítica artística en general, y literaria en particular, no sólo se limitan a juzgar literariamente, sino que incluso, en ocasiones, osan insinuar la conveniencia o no de que alguien escriba o continúe haciéndolo. Ignoro si son conscientes de que ellos también ejercen de aquello que juzgan, con la diferencia de que no tienen quien les valore. Deberían incluirse y autocriticarse.
Si no se defiende la libertad de expresión que incluya la mediocridad, algunos estaríamos condenados al silencio. Y otros, aunque no se vean, tendrían que permanecer callados en demasiadas ocasiones.
Los lectores, buenos, mejores, menos buenos, mediocres...se encargarán de hacer la selección.
(Karen Dinesen)

7 comentarios:

miner dijo...

Yo creo que tú puedes sacar muchas cosa buenas de dentro, y que además las disfrutemos los demás.
Mira yo creo que hay una prosa farragosa. Y otra prosa sonajero. Y te podría poner ejemplos de escritores que las practican.
La tuya ye clara como el agua y se te entiende todo lo que quieres expresar.
Hay que tener algo que contar, y contarlo bien y ya esta.
Un saludo

belijerez dijo...

Ole el arte de mi amiga Karen, que es buena hasta enseñando, ole, ole y ole.

En serio, estoy de acuerdo con lo de la libertad de expresión. Lo que pasa que hay expresiones fuera de contexto, expresiones mal sonantes, expresiones que habían de silenciarse...en fin ya sabes.
Tus expresiones son muy buenas y a mi me hacen respirar de satisfacción con lo cual GRACIAS, muchas gracias.

belijerez dijo...

Miner, necesito clases particulares para alcanzar el nivel adecuado de blog. ¿Quieres enseñarme? por favor.

miner dijo...

Es muy fácil Bely, no tengo ni idea, yo pongo lo que leo y lo que veo. Y ya está. De hecho, mi blog se subtitula lecturas diversas, y dispersas.
No obstante yo creo que el tuyo está bastante bien.
Un saludo

Anónimo dijo...

¡Pero bueno, bueno, bueno...! ¿a qué puedo invitaros yo a vosotros dos?...
Ahora en serio. Sois un par de soles. Miner va a lograr que yo me ponga a escribir algo en serio algún día. Y de lo que salga voy a tener que dejaros que hagaís la crítica "ex aequo".

miner dijo...

Sabes a que nos puedes invitar:
Pues a seguir escribiendo.

Si necesitas editor, avisa.

mary dijo...

el tiempo , eso que pone a cada uno en su sitio....,como ves estos nuevos tiempos nos ponen a nuestro alcance un mundo nuevo....como los jóvenes no van a estar enganchados a el ,unámonos y a disfrutar toca....y los que no que critiquen......esos críticos , en el pecado llevan la penitencia...jejeje