jueves, 12 de marzo de 2009

SEDUCTORA


Barbie lo es. Y de ahí su triunfante permanencia resistiendo el paso del tiempo.

La mayoría de las niñas (al menos en el medio que alcanzo a conocer), desde su más tierna infancia, sueña con ser mujer.

Apenas caminan, se colocan los zapatos de tacón de su madre encajando sus piesecillos en la parte delantera del zapato, arrastrándolos con prestancia sin caerse. Al menor descuido se rebozan el morro de carmín y, emborronados los ojos de color, las cazas “in fraganti” dando unas pinceladas de esmalte en las uñas y zonas aledañas.

Juegan a ser “mamás” ocasionalmente paseando las muñecas en los cochecitos. Este juego permite desarrollar su dimensión autoritaria, que no maternal. Las bañan, visten, peinan, pasean, regañan…Sin embargo, estas muñecas cumplen simplemente una función filial que, no siendo desechable en el juego por lo que de venganza conlleva, no sirve para dar rienda suelta a su auténtica ambición.

Hace poco escuchaba una noticia (como tal estaba clasificado el comentario) en TV, en la que se hacía mención a la Princesa Leticia como referente ejemplar para el resto de las de su clase, al considerar que no había tenido inconveniente alguno en repetir modelo (traje gris) en uno de sus actos públicos. ¡Quid de la cuestión!

Barbie tiene cuerpo de mujer y es consumidora compulsiva de ropa. Dispone de un amplio y diverso vestuario que no sólo le permite la veleidad de evitar repetir modelo sino que, lo que es más fascinante, puede ser una mujer distinta cada día: princesa real, princesa de cuento, ejecutiva agresiva, deportiva e informal, clásica, vanguardista, hippie, futurista, fashion… y hasta puede crear su propio estilo en una ecléctica combinación de elementos.

Este sueño cubre ampliamente la ambición de muchas mujeres, en una de sus dimensiones trivial a golpe de vista, para reafirmarse personalmente: SEDUCIR aunque sólo sea por su aspecto.
(Karen Dinesen)

8 comentarios:

miner dijo...

¡Parece una Barbi!, es una expresión que se utiliza de manera despectiva, algo así como un cuerpo sin cerebro.

Ahora imagínate, y ye mucho imaginar, que eres hombre ¿te seduciría una Barbi?

Pues yo que soy hombre, y esto si que ye mucho imaginar, no me seduce ninguna.

Total para lo que me iba a servir ehhhh.

Un saludin de Ken.

Anónimo dijo...

Que tienes razón Miner. Que el que no se conforma ye porque no quier.(Pero, entre tú y yo, me da que les hay con cerebro...mal que nos pese a algunes envidioses...).Más saludos pa ti.

miner dijo...

Yo creo que tienes razón, hay mujeres guapes con cerebro.

A veces se emplea en términos machistas, eso de si ye guapa no tiene cerebro.

Por cierto, no se si sabes que la Barbi acaba de cumplir 50 años, se conserva bastante bien.
De todas maneras si para conservarse bien hay que ser una muñeca, pues prefiero meteme en la nevera, que ye el metodo que yo utilizo.
Así me quedó el pelo.
Un saludin de Valentino Pescanova.

Anónimo dijo...

Pues a mi me gustan más otras seducciones. Vengan de hombres o de mujeres. Por de pronto prefiero que me seduzca algún que otro hombre. Reconozco que la seducción es un arte que para mi no pasa por la compra compulsiva de ropa, desde luego. Prefiero las sutilezas del lenguaje, los gestos, y desde luego para nada lo de "no michelines". Hay michelines como los mios que resultan superseductores, al menos es lo que detecto.
Besitos a ambos, soys geniales.

Karen Dinesen dijo...

¡Bien ,Bely! Es absolutamente necesario dignificar los michelines.¡A reivindicarlos! Un abrazo.

miner dijo...

Pues nada a disfrutar de los michelines.
Hay Chef de restaurantes que en cuanto les quitan un michelin, hasta se suicidan.

belijerez dijo...

Miner, los mios levantan pasiones, te lo aseguro.

miner dijo...

Y los Michelines de Ferra Adriá levantan carteras.
Bueno, y si tienes pluma, te despluma.