sábado, 13 de junio de 2009

OXÍGENO PARA EL ALMA



Siempre te busco y no te encuentro siempre.
Si dejo abierta el alma y no te siento
paso del blanco al negro en un momento.
El día, al alba, el declinar emprende.

Luce el sol y, a mis ojos, no se enciende.
El trinar de las aves es lamento.
La brisa en mi rostro es molesto viento.
Canto mi pena al mar y no me entiende.

Si cercano te intuyo y te presiento,
deja paso el pesar al aliciente.
Que te quedes en sombra te consiento.


Pues si a la par caminas tú, silente,
me llega tu calor. Y con tu aliento
la luz, como la luna, va en creciente.
(Karen Dinesen)

5 comentarios:

Alipio dijo...

Preciosa la poesía, como siempre.

A ver si te animas a escribir un soneto en bable. Qedaria de fábula.

Saludos

Karen Dinesen dijo...

Gracias, Alipio.Igual lo intento. Si lo logro, te lo dedico...
Saludos a ti también.

miner dijo...

¡Preciosu el poema!

belijerez dijo...

"Te quedes en sombra te consiento"

Que buen oxigeno para el alma, es guss....to leerte.

Karen Dinesen dijo...

Me presta que os preste.
Un abrazu