viernes, 26 de junio de 2009

NADA ES TODO Y TODO ES NADA

A veces soy feliz teniendo nada.
Otras nada hace que feliz me sienta.
¿Es la misma nada la que me tienta,
que me hace ser feliz y desgraciada?...

Nada no puede ser sentirse amada.
Nada es todo si siendo cenicienta
el zapato en el pie encaja. Te alienta
y tu pena te deja abandonada.

Y todo es nada si el amor se ausenta.
Aunque de todo te sientas sobrada,
nada tienes y nada te contenta.

A la espera estás desesperada,
si un zapato de cristal no intenta
encajar en tu pie de enamorada.

(Karen Dinesen)

miércoles, 17 de junio de 2009

"PARA LA LIBERTAD..."



“…porque soy como el árbol talado que retoño:
porque aún tengo la vida.”
Miguel Hernández.


Estas líneas extraídas del poema “Para la libertad” al que puso música bellamente Serrat, realzando más si cabe las ya bellas palabras de Miguel Hernández, son un tónico fortalecedor para almas en declive.

Hace unas horas, el más injusto e imbatible de los desánimos, por injustificado, me anegaba hasta el punto de dificultarme la entrada del agua en el esófago. Quizás los nublados cielos de Junio…tal vez los desajustes hormonales…

Intentando distraerme para engañar al ánimo, llegaron hasta mis oídos las notas de la canción con la que el cantante catalán homenajeó al poeta, permitiendo desbordar los límites del encharcamiento, mientras la escuchaba. La emoción que siento cada vez que la oigo, hace funcionar mis lacrimales a la vez que canto a pleno pulmón dando salida a todo lo amargo, sin causa aparente, contenido y reprimido en la entraña. Tal vez sean lodos acumulados provenientes de los vientos que soplan cada día en contra…O puede que se deba a pesadas digestiones de los sapos que tragamos día a día porque no nos queda otro remedio cuando queremos contravenir el giro del planeta que se empeña en hacerlo en sentido contrario a la lógica cordura…

Y, ante la constancia y la evidencia de la impotencia, nos mantenemos a la espera como la Señorita Adelina…

”Bajaba todos los días de su casa a la estación con un libro entre las manos de Bécquer o Campoamor…” Ella también se mantenía a la espera…y mientras esperaba calmaba su desasosiego pensando que “el alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada” (Bécquer).

Hoy me veía yo como la “Niña de la Estación”: la Señorita Adelina… Esperando todos los días la llegada del tren. Y al comprobar que tampoco esta vez el viaje trajo consigo lo ansiado, vuelve a casa con la barbilla baja y la mirada perdida en el camino. Hasta la mañana siguiente en la que brilla por unas horas la luz que anticipa la esperanza.

Cuando mi abuela me enseñó la canción de la señorita Adelina, me parecía precioso que alguien esperase día tras día un cambio esperanzador en su vida sin abatirse ni desesperar, enfrascada en su rutina. Ella sabía darle escape a través de las páginas de Bécquer. Hoy yo le di fuga con las de Miguel Hernández.

Y mañana buscaré la diferencia en el día. El devenir de los acontecimientos nos lleva a concentrarnos, por imperativo incluso, en aquello que hace que un día sea igual a otro. Pero todos los días son distintos si sabemos mirar… Y ver cómo a Alejandro, que rara vez sonríe, hoy no le cabía la boca en el rostro al ver reflejados en su informe los esfuerzos y el trabajo del trimestre. Tal vez no esperaba que los resultados fuesen tan buenos como lo fueron. La inseguridad que arrastra no le permite tener una visión ajustada de sus posibilidades. Hoy ha crecido un poquito. O eso espero yo…Y los árboles que flanquean la avenida por la que discurro han crecido mucho y yo no era consciente… Y el abuelo que camina renqueante apoyado en sus muletas, parece ir más ligero que otras veces….Y me encontré con Wolf, mi compañero de Mesa en las elecciones…Y nos saludamos efusivamente…Probablemente me haya cruzado con él en varias ocasiones sin haber reparado…Y hasta el nublado cielo de la tarde tiene un tono distinto al de otros días…Y traigo a la mente el ocaso maravilloso que me ofreció el sol al ponerse en el atardecer de ayer cuando volvía de ver a mi madre y a mi tío… y se me agrandan los ojos al hacerlo presente…

Y volveré a mi rutina, como la señorita Adelina a la suya. Pero esta vez irá conmigo “Para la libertad sangro, lucho, pervivo…”

( Karen Dinesen )

P.D. Y además buscaré la diferencia…
(Gracias, Miner)

lunes, 15 de junio de 2009

SOÑADA...


Estos versos van dedicaos a Alipio al que, hasta hoy, parez que no y disgustaba el bable.

Tengo que decite, Alipio, que más que "de fábula", quedáronse "en fábula". Pero están fechos con munchu enfotu y más cariñu. Espero que la lírica y el bable me absuelvan. Ahí van:




SOÑADA

En los tos güeyos mírense los míos.
Allúmame la lluz de to sonrisa.
Y en les tos pallabres traye la brisa
caracoles del mar a mis oyíos.


Ensin vete, de ti tengo alcordanza
igual que si te viere cada día.
Ven, enllacia to mano con la mía
y caminemos xuntos en bonanza.


Si esto nun ye verdá, si fuere un sueñu,
en un abellugu de dientro l’alma,
en dalgún requexu fizo maraña…

Vívolo con sinceru sentimientu.
Nun me nubla la duda ni m’engaña.
Vívelo. Que nun se quede en patraña…


(Karen Dinesen)

sábado, 13 de junio de 2009

OXÍGENO PARA EL ALMA



Siempre te busco y no te encuentro siempre.
Si dejo abierta el alma y no te siento
paso del blanco al negro en un momento.
El día, al alba, el declinar emprende.

Luce el sol y, a mis ojos, no se enciende.
El trinar de las aves es lamento.
La brisa en mi rostro es molesto viento.
Canto mi pena al mar y no me entiende.

Si cercano te intuyo y te presiento,
deja paso el pesar al aliciente.
Que te quedes en sombra te consiento.


Pues si a la par caminas tú, silente,
me llega tu calor. Y con tu aliento
la luz, como la luna, va en creciente.
(Karen Dinesen)

martes, 9 de junio de 2009

AUTÉNTICOS DEMÓCRATAS (al menos por un día...)


Domingo. 7 de junio de 2009. Elecciones Europeas. 7.55 h. de la mañana. Me dirijo racaneando al Colegio Electoral en el que debo cumplir con el democrático deber de contribuir a constituir una de las mesas electorales de las 12 que se ubicarán allí. Voy armada hasta los dientes con cello, tijeras, cinta aislante, grapas y material que pueda previsiblemente necesitar.

Esta planificación viene dada por la lectura previa del cuadernillo en el que se dice que al presidente o presidenta le corresponderá hacer lo posible para hacer que la urna esté completamente cerrada si ocurriese que por alguna razón no lo estuviera. Y porque supongo que el enorme cartel que viene dentro de la bolsa gris, que contiene además un sinfín de documentos a cumplimentar en su momento, y en el que se indica el distrito, la sección y la mesa habrá que fijarlo en algún lugar. Una vez colocado el cartel, comprobado que los miembros de la mesa estaban allí y dispuestos para afrontar la tarea, y contrastadas las credenciales de los interventores con las copias aportadas por la Junta Electoral, paso a levantar acta de constitución de la mesa. A las 8:40 h. estábamos sentados a la espera de que se abriese el Colegio Electoral.

No me desbordaba el entusiasmo. Más bien me pareció una faena el resultado del sorteo. Y es que es la tercera vez que formo parte de una mesa electoral, contribuyendo a invalidar las estadísticas…Sin embargo, al final del día, el cansancio había quedado mitigado por la experiencia. No fue novedosa pero sí distinta.

La foto que ilustra este texto fue hecha por un elector a solicitud, después de pedirnos permiso al resto de los componentes de la mesa, de Wolf. Es el muchacho que está situado a mi derecha (izquierda en la foto). La ilusión que le hacía estar allí, le hizo llevar una cámara en su mochila, en el ánimo de poder inmortalizar el momento. Me hizo reflexionar y reconozco que me elevó el ánimo comprobar que hay jóvenes que, aún siendo hijos de la democracia, son capaces de valorar lo que ésta supone. Me lo recordó. A veces injustamente lo olvido. Se lo agradecí. Y me pareció menos faena el hecho de tener que pagar la leve cuota de un domingo…

Hubo más razones para elevarme el ánimo. Recuerdo las primeras elecciones de la transición. Las broncas entre interventores eran frecuentes. La desconfianza, la tónica. Las actitudes antidemocráticas abundantes. Discutían entonces por la situación de la cabina…si permitía o no su ubicación la privacidad requerida….si los paquetes de papeletas estaban más menguados unos que otros…si la colocación de las mismas en las mesas favorecían a unos partidos frente a otros…daban paseos continuos vigilando que las papeletas de su respectivo partido no fueran cubiertas por otras, ocultando así las suyas…comprobando si el montón bajaba…calculando expectantes el voto…

En esta ocasión todo discurrió como un mar en calma. Se portaron, al menos por un día, como auténticos demócratas, haciendo que pudiera sentirme orgullosa de estar allí. Se gastaron bromas, charlaron animadamente de expectativas, de posibilidades… se incitaban unos a otros a cambiarse de organización después de dirigirse una serie de halagos personales impensable en otros tiempos. Permanecieron sentados conversando amigablemente, recordando los más veteranos anécdotas graciosas vividas hace años…estiraban las piernas paseando fuera o yendo a tomarse un café. Pero no les vi en ningún momento echar una ojeada a “su montón”. No pusieron pega alguna ni hicieron sugerencias a la hora de colocar las papeletas…Y por lo que se refiere a los electores, la cabina fue utilizada en contadas ocasiones.


Tomé conciencia de que, a pesar de la abstención, aquéllos que decidieron participar lo hicieron con madurez democrática. Al menos por un día. El tiempo no pasa nunca en balde…
(Karen Dinesen)

jueves, 4 de junio de 2009

¡Aayy! FUE BELLO MIENTRAS DURÓ...



Cuan fugaz es el tiempo y es la vida.
Fue ayer, cuando hace más de una treintena,
derrochaba ilusión. Estaba plena.
Ya la luz apuntaba la salida.

¡Tantas cosas que hacer, tanta faena…
que no estaba hecho el tiempo a mi medida.
Desterré el adjetivo “comedida”
y toda mi pasión puse en escena.

Disfruté aquel vivir hasta dormida.
Se avanzaba deprisa. Las cadenas
dejaban en la piel leves heridas,

no ajenas, pero dolientes apenas,
en tiernas cicatrices convertidas.
Mientras fue, bello fue. Valió la pena.


(Karen Dinesen)

lunes, 1 de junio de 2009

DELICIAS DE PUEBLO


Ayer, atardeciendo, me di cuenta.
Recordaba los juegos de mi infancia.
Las noches en mi calle, su fragancia…
El escondite…la voz de mi abuela…

“El cocherito, leré”.. La abundancia
de mosquitos que en la farola vuelan…
Y mi voz, dando a la suya respuesta:
Déjame un poco más, abuela…¡anda!

Pensaba si era sólo la nostalgia
que la edad y el tiempo ponen a cuestas.
Pero entonces descubrí que la rancia

sensación entre naftalina envuelta,
estaba en la ausencia de arrogancia
del ruido atronador que el coche encierra.


(Karen Dinesen)