viernes, 19 de marzo de 2010

FUE UN ALIVIO...


Gracias Karen. Me vino bien la crítica. No voy a decir que también las propuestas porque ya las había probado casi todas. Menos la del vecino del quinto que es un señor entrañable, viudo y se encuentra el pobre en la antesala de la ancianidad. Y a estas alturas las únicas prótesis que pueden colocársele son las de las caderas y ajustarle de vez en cuando las de la dentadura. No creo que, aunque pusiese el hombre voluntad, me garantizase una réplica del Richard Gere…Así que ni se me pasó, la verdad.


Lo del colega de trabajo…psss…es que aunque escudriñando en el abanico de posibilidades encontrase alguno, sería imposible desprenderlo de la cartera con las programaciones, las evaluaciones, el material curricular (libros y alguna cosa más… para entendernos)…Y qué queréis que os diga! ¡ Me corta toda posibilidad de morbo y así no hay forma de que la pasión haga presencia! Se muestra escurridiza y traidora. Que si esto, que si lo otro…no. No me sirve tampoco.

En cambio, ése que yo sólo sé, va conmigo a todas partes. Como un tatuaje, oye. Soy incapaz de desprenderme de él. ¡ Y mira por dónde! Igual lo que necesito es una receta para poder desdibujarlo de vez en cuando. La próxima vez mejor encaminas por ahí las sugerencias…

Lo que si me encantó fue el video de la Lola y su Zarzamora…¡La escuché un montón de veces hasta que me la aprendí! Y ese aire que marca la Lola con el abanico, los taconazos y los aleteos a los volantes…! Ni que decir tiene que fue lo que mejor me vino. Saqué del arcón una falda larga de vuelo, me coloqué un mantón de imitación de artesanía de encajes que me compré en los chinos, me puse los tacones que llevo a las bodas… y con un abanico que guardo como oro en paño, herencia de mi abuela, puse el youtube a todo volumen y una y otra vez iba y venía por el Café de Levante entra palmas y alegría cantando la zarzamora. Eché fuera toda la pasión acumulada y se fue la tristeza por el camino verde que va a la ermita. Pero me temo que volverá. Siempre vuelve…

¿Será cuestión de montarme una tarima en un rincón de la sala y darle al repertorio que aprendí de mi abuela mientras colgaba la ropa y le lavaba la cara a la casa…?Mientras usurpo la identidad de la farándula del “coplerío” se van los pájaros de la melancolía y se quedan conmigo los de la añoranza…que no es lo mismo aunque sean parientes… a éstos los pongo yo a vivir con el recuerdo de mi abuela.

Pues nada! Gracias por todo. Yo no puedo prometeros que no vuelva la melancolía cualquier día en forma de soneto aunque no alcance el porte de la de Las Camelias…Una alcanza una edad en la que no es fácil pegarle un giro a su sentir ni a su expresar...

Entretanto y para que no os desacostumbréis os dejo un tatuaje… (no es el que yo llevo a cuestas pero pesa casi lo mismo…)





Karen Dinesen (de los Dolores)

4 comentarios:

Logan y Lory dijo...

Una siempre tiene edad para todo, Karen, aunque a veces sea bueno dejarnos llevar por los aires que evocan esos abanicos cupleteros y cantar a la vida mientras "lavamos" la cara a ... ¿lo que nos sobra?.

Una siempre tiene edad, sobre todo para decidir y esa determinada edad la mujer puede que no tenga bien claro lo que quiere, pero si sabe lo que ya no quiere.

Tus textos siempre nos producen un reflujo de ideas y reflexiones que nos dejan pensando un buen rato.

Un abrazo

belijerez dijo...

No hay como un buen cante "salio der corasón arma mia".

Besos y abrazos, si me los permite, corazón mio.

Karen Dinesen dijo...

A Logan y Lory:
Las palabras son lo único de lo que dispongo para agradeceros vuestra actitud hacia ellas y la valoración que de las mismas hacéis respecto a lo que os aportan. Probablemente será poquito para vosotros pero mucho lo que supone para mí.
Gracias y un par de abrazos.


A Beli:
Gracias por estar de nuevo ahí. Es impagable tu acompañamiento.
Abrazos también para ti.

miner dijo...

¿Será un fantasma el que va contigo a todos lados?
Muy buena la entrada,y todas las anteriores y las posteriores.

Un saludín