viernes, 9 de septiembre de 2011

CÓMO AMAR LA VIDA SIN QUE TE DUELA.... (Pistas, porfa...)


Yo la teoría me la sé al dedillo. Pero soy un auténtico desastre a la hora de ponerla en práctica. Creo que tengo conocimiento de que tenemos la vida en préstamo desde antes de darme bula el catecismo para el uso de la razón. Y soy plenamente consciente de que, como el cariño verdadero…ni se compra ni se vende. No obstante, en el idilio que con ella mantengo, los celos acaban conmigo. ¡Me da pavor sólo pensar que me abandone un día!! Y yo ya sé que cuando quiera irse se va a ir y no me va a consultar…¡¡ Si lo tengo clarísimo!! Y me digo para mis adentros…”A ver, espabilada. Disfrútala mientras decida estar, ¡¡ pero no la atosigues, no seas borde!!”

Y yo lo intento. Palabra que lo intento cada día. Y en esa pretensión le sonrío a la luz, al color, al calor, al azul del cielo, al olor del mar, al horizonte… Hago manitas con ella dejando que el agua me dé un sobeo al completo cuando me doy una zambullida. Y la siento a través del frescor que penetra en mi piel. Y siento que me adora cuando me dora al exponerme al calorcillo del sol. Eso sí. Con cierta indolencia. Y a mí me gustaría acapararla. Soy demasiado absorbente en la relación con ella. Y sé que no es bueno porque después sufro el castigo. Es un amor insano. Como todos los amores que se plantean en el ánimo de poseer aquello que es objeto de nuestro enamoramiento. Acaba por provocar una enajenación de los sentidos y, por ende, una atrofia del alma que se traduce en angustia.” ¡Que no se me escape, que no se me escape!”…es el grito de guerra de la entraña. Y ya la liamos. Porque en ese afán la agarramos por el gañote y provocamos su asfixia. Y nosotros vamos tras ella, sin ella lógicamente. Vamos, que acabamos por joder el invento.

A la vida hay que darle aire, paz, tranquilidad… Y si ella tiene, me dará a mí. Y hay que dejarla que decida si se queda o se va. Y si no la apremio mucho…pues igual decide quedarse. Digo yo que la vida amará la libertad como la amo yo… Y lo hago tan mal que acabo siendo esclava de mí misma al intentar cortarle las alas y guardarla en mis entretelas. Porque al sentirse de nuevo amordazada me da mordiscos en la boca del estómago y vuelven los vértigos y las palpitaciones.

Lo cierto es que cuando la cordura se impone en mi cabeza y, en vez de intentar aferrarme a ella como el bebé a la teta, suelto cuerda y me dejo llevar en volandas por las bellas evoluciones que libremente la vida traza, el cuerpo se relaja gozando de todo lo que generosamente nos brinda el hecho de vivir.

Es un saber elemental que si queremos que el amor permanezca no debemos intentar hacer de nuestra propiedad aquello que amamos. Sin embargo, yo tengo que confesar que cuando la vida se me presenta en todo su esplendor y me corteja, llevo bastante mal pensar que un día pueda abandonarme.

¿Qué tal un conjuro para que quién se vaya sea el miedo al abandono?

K.D.

7 comentarios:

Miner dijo...

Hay que buscar la parte positiva de la vida:
-"Muere un hombre aplastado por un sofá en una Mudanza".
-¡Coño Miner podías haber sido tú, con la afición que tienes al sofá cama!
-"Pues no fui yo, así que a celebrarlo tomando una botellina de sidra.
Pos Data de la data (P.D):La noticia ye real, como la vida misma, consultar iternesss.
La vida misma ye esa cosa que pasa mientras estas preocupado con otres coses mariposes.
Más P.D: Estando yo por el medio el peligro ye que caiga yo encima del sofá cama. Con la muda (ropa interior) en danza.

GPA dijo...

Karen:
Aplícate tu propia medicina:
"Las pequeñas cosas son la de dios"

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

Las pequeñas cosas,si que son importantes,y ser positivo siempre,un placer visitarte ,un abrazo.J.R.

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Con GPA (y sin GPS)

Alipio dijo...

"Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años".

Abraham Lincoln


"Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir".

Gregorio Marañón


Saluos.

Karen Dinesen dijo...

Miner, Gustavo, J. Ramón, Luis y Alipio...Gracies.

Vuestra presencia aquí forma parte de las cosas que valen la pena. No os digo nada si además se percibe en vuestro ánimo la intención de ayudarme a elevar el mío.Esto contribuye a poner el chip a funcionar en la línea adecuada.

Sólo me falta robarle a Miner un pelín del humor que le echa a la vida para que mi caminar vaya sobre ruedas.Estoy en ello...

Abrazos

belijerez dijo...

Estos días no he tenido acceso a internet, pero hoy he disfrutado mucho leyendo este post. Has dado en la clave del sufrimiento. El dolor es otra cosa. Yo pienso que es la mejor de las teorías para poner en práctica. Amar sin que nos duela, la vida es asi puro amor. Cuando en vez e amor sentimos enamorarnos ya estamos queriendo poseer y e ahí el sufrimiento, ese que impide gozar de la vida.

Muchos besitos, amiga.