jueves, 29 de septiembre de 2011

UNAS LÍNEAS SOBRE NADA EN CONCRETO...


Me apetece escribir. Es la única razón que explica que esté frente a la pantalla del ordenador intentando llevar a cabo mi objetivo. El caso es que no tengo ni idea cuál puede ser hoy el sustento del texto. Y dicho esto me hago cruces, que por algo una ha sido educada en el nacionalcatolicismo, cuando, ante la cantidad de motivos de los que nos dotamos a diario para darle rienda suelta a la palabra, no sé de qué hablar. Pero es tal el gusto por echar la lengua a pacer que aprovecho el propio hecho de mi desorientación para intentar llenar la página.

El caso es que a mí me inquietan muchísimas cosas. Me interesan muchas más. La estulticia que caracteriza al grupo de homo sapiens, al que pertenezco, la caga a cada momento procurándonos motivos abundantes para la reflexión, la denuncia, la indignación y hasta para la cháchara sin sentido aunque ésta sólo sirva para limpiar de dañinas adherencias las neuronas. Sin embargo, con tanto y tanto,y no hay nada que me genere la necesaria seducción para alcanzar el rasero que me permitiría escribir con cierto entusiasmo. No puedo decir que esté en parada biológica. Para esto se necesita voluntariedad o causa externa que me lo exija. Y no es el caso. Estoy desmotivada. Es un buen eufemismo para justificar la ausencia de ideas. Pero hay algo de cierto en lo que digo.

He estado dando un repaso a los problemas que afectan a nuestra sociedad y ¡qué hartura, señor!. Volver a hablar sobre lo que a diario escuchamos una y otra y otra vez, sin poder ofrecer alternativa para resolverlo...pues, como que no. Por otro lado, si convierto el blog en un noticiario sin más, que se nutriese de las novedades que ya no lo serían cuando yo las publicase, pues…tampoco. O podría serlo si yo fuese un sabueso a la caza de la noticia y poder ofreceros primicias. Pero evidentemente no es el caso. Más bien voy en el vagón de cola. Por voluntad propia. Palabra. No pienso incorporarme a la locomotora mientras no tenga la certeza de ver un horizonte despejado de nublados. Caminar entre nieblas y en un sistema de líneas ferroviarias que se cruzan de forma confusa sin parecer que conduzcan a parte alguna sería de necios. Y aunque no estoy yo libre de necedad, procuro no alardear de la misma y mantenerla en un segundo plano cuando se deja un poco. Así que en lo referente al ámbito sociopolítico, sobrando motivos me faltan ganas. Indolente que es una… además de añosa, que todo hay que decirlo. Y los años suman cansancio y escepticismo. O al revés mejor. Escepticismo y cansancio.

Podría dedicarme a hablar sobre lo que no es y me gustaría que fuese. O sea a los cuentos de hadas. Pero eso se me está ocurriendo sobre la marcha y, claro, ahora ya es tarde. Lo archivo. Puede ser una liebre aprovechable…

La cantera de mis entrañas aún es territorio que da materia…pero hace tiempo que está precintada. Se encuentra en proceso de rehabilitación. Hace unos meses se produjo un derrumbe incontrolado de la ensoñación...y ya se sabe que regenerar los efectos de estas cosas lleva su tiempo.

K.D.

2 comentarios:

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Tú escribe aunque de momento no se te ocurra nada.

Alipio dijo...

Coincido con Luis Simón. Escribir, escribe.

Saludos