sábado, 5 de noviembre de 2011

QUÉ ES EL MIEDO?


¿Qué es el miedo?

Según la RAE: Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Me viene la reflexión al hilo del artículo de D. Pedro de Silva. Decía D.Pedro que un miedo grande engulle a los pequeños miedos que nos ocupan. Siguiendo con la definición de la RAE, el miedo producido por un daño real , me parece a mí que es un miedo consecuente, lógico, racional. Un mecanismo de defensa del alma. Una reacción instintiva de supervivencia. Y la angustia que pueda producir es razonable.

D. Pedro habla en su artículo de grandes y pequeños miedos, que, con su permiso y la ayuda de la RAE, yo me atrevo a traducir los miedos grandes por miedos reales y miedos pequeños por miedos imaginarios. El ser humano cuando no tiene problemas se los inventa. Es su racionalidad la que no permite disfrutar de la estabilidad que proporciona la ausencia de problemas personales. La misma racionalidad que no acaba de aceptar la existencia de privilegiados en un mundo en el que los desfavorecidos, por unas u otras razones, son la inmensa mayoría. Cuando se instala el raciocinio en alguien consciente de esta injusta realidad, le pega una sacudida que altera todo lo susceptible de ser alterado en las entrañas del individuo. Y sobreviene la angustia fruto del miedo al miedo. ¿Es el miedo al miedo un miedo imaginario?...o es un miedo real producido por la imaginación que no tiene forma de apagar el interruptor?…

Sea como fuere, no tiene sentido alguno sentir miedo si no existen razones objetivas que amenacen nuestra vida. Porque ese es el único problema. Que nuestra vida se vea amenazada. Y si el bienestar es lo que la caracteriza, el miedo surge de la posibilidad de perder ambas cosas: el bienestar y la vida. El ejercicio de la razón nos hace apartar el miedo a la muerte aceptándola (¡qué remedio!) como parte de la vida. Pero no es un tupido velo o un biombo japonés el que interponemos entre el pensamiento de la muerte y el de la vida. Es una cortina de humo, un velo de tul y rasgado a jirones que nos deja entrever por el rabillo del ojo, que está ahí. Y aquí entra en juego la imaginación. Hay quiénes la ven al acecho y quiénes sólo le ven la espalda. Y los temores infundados surgen entre los primeros. El miedo al daño que no está pero puede estar. El daño imaginario. Y aunque la angustia, en este caso, no sea razonable, es tan real como racional. Porque la razón es la que activa también la imaginación. Yo estoy en el intento de inclinar la mía hacia la serenidad de quienes toman conciencia que el miedo a la muerte acaba por generarnos miedo a la vida. Mi neurosis no me lo pone fácil. Pero es razonable que ponga todo el empeño en ello. Pues eso…en ello estoy.

Y para echarme una manita me pongo unos brotes verdes bajo un cielo despejado de nubarrones.

K.D.

P.D. Señal de que el miedo, real o imaginario, es fruto de la racionalidad, es el hecho de que la ausencia de miedos es patente cuando uno se encuentra en estado de enamoramiento. Claro ejemplo de enajenación mental.No hay lugar en la mente para otra cosa que no sea el otro.El miedo no tiene sitio...



3 comentarios:

Miner dijo...

Muy interesantes reflexiones. "tener miedo y no saber por qué, esa es la peor categoría del miedo"
Un saludín

Alipio dijo...

"De lo único que tenemos que tener miedo es del propio miedo."

Franklin Delano Roosevelt



Saludos.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

Muy interesante,el miedo es asi,no sabemos el por qué,nos complica la vida...un placer visitarte,un abrazo.J.R.