viernes, 20 de enero de 2012

HABLAR POR HABLAR...

Los nublados persisten. Dadas las caracterísiticas climatológicas propias de estas latitudes, mejor busco la inspiración en la techumbre gris que cubre nuestros cielos que en las estrellas. La verdad es que la opacidad de la lámina, el color sin color y la humedad no son los mejores elementos para procurar inspiración. Pero o lo intento o me aplasta. El instinto de supervivencia me inclina hacia lo primero. Esa es la única razón que justifica el hecho de que me haya puesto a escribir sin saber aún sobre qué puedo divagar.

Veré que se puede hacer con un cielo completamente gris....Ya sé. Jirones. Eso es. Alargar la mano y rasgar el velo haciendo jirones. Y después, reutilizarlos. Que no están las cosas para despilfarros.

Se me ocurre que podría hacer tiras más estrechas y tejer, tejer, tejer....
Desde vendas para la Justicia hasta burkas para las agencias de calificación. Por hacer algo útil, digo yo.

Y es que lo de la venda de la Justicia ya me está mosqueando. Mejor se la quitaban y le ponían unas gafas clarividentes. Pues a falta de gafas, vendas poco tupidas y con una trama agujereada que permita ver la luz. Que tal cómo vienen funcionando los magistrados que supuestamente la ejercen, me da que hacen trampa levantándola de vez en cuando. Y así acaba pudiendo el claroscuro. Y salen algunas sentencias como salen. Injustas.

Sin embargo, las agencias de calificación estarían mejor calladitas y mirando a las estrellas. Si es que en su mundo existen o sólo tiene cabida el brillo del oro. Había pensado yo en un burka con celdillas por ser benevolente. Pero igual es suficiente con una venda, esta vez bien tupida y ancha, para amordazarlas durante un tiempo. Las alimentamos con suero y no pasa nada si se debilitan.

Y redes. También pueden tejerse redes. Serían estupendas trampas colocadas en los lugares adecuados: paraísos fiscales, sillones gubernamentales dictatoriales, en el FMI, en las alfombras de los bancos, en instituciones varias...

Y cestas para los "sin nada". Hacemos un trasvase de bienes. De la red a la cesta.

Y ya llegado este punto, hacemos serpentinas y guirnaldas. Las pintamos de colores para la ocasión y lo festejamos.

Y el cielo, despejado. Mira por donde, varios pájaros de un tiro. Mejor de un rasgado.Tejer sueños también parece fácil. Y si no salen como debieran, una llamadita al reparador de sueños...
K.D.




2 comentarios:

Alipio dijo...

La justicia hace siglos que dejo de ser ciega.
Más bien es fuerte y poderosa con el débil y débil con el fuerte y poderoso.

Saludos.

Karen Dinesen dijo...

¿Y cómo le damos la vuelta al cubo sin vaciarlo, Alipio?
Claro que igual vale la pena perder el contenido y emprenderla a calderazos con algunos.
Contigo desde luego, no.
Para ti, un abrazo.