viernes, 1 de febrero de 2013

REDES SOCIALES.

Probablemente será de dominio público y yo lo ignoro. Pero me gustaría conocer los nombres y apellidos de las personas que están obteniendo pingües beneficios en la rentabilización de los multiplicadores de noticias y papelera de exabruptos y desahogos que acaban siendo facebook y twitter.

Yo tengo cuenta en ambos. En Twitter con cinco seguidores mientras yo aparezco como seguidora de cuatro de ellos; que una aún conserva la cortesía aunque ande pelín maltrecha.
En facebook tengo más amistades que todas las que hice a lo largo de mis etapas de adolescencia, juventud y madurez juntas. Ando por cuarentaytantos. No voy a relataros qué razones me movieron a abrir las cuentas. Sí puedo deciros que si no las he cerrado ya es porque "me da cosa" dejar colgados a mis amigos que permanecen ahí aunque no les dirija la palabra. Entre mis "amigos" se cuenta un buen número de antiguos alumnos a los que les tengo un gran cariño y cuyo sentimiento es mutuo.Pero lo cierto es que no responden al concepto de amistad que yo me puse encima cuando empecé a escoger colegas para jugar a la comba. Claro que ya sabéis que estoy chapada a la antigua...Y ahora es facebook quién determina lo que es un amigo.Un nuevo concepto que ya no podré incorporar porque las neuronas ya está refractarias a algunas innovaciones.

El caso es que ...
Érase una vez un lugar en el que todo aquel que se sintiese satisfecho de sí mismo, su familia y su madre patria podía expresarlo públicamente ante una multitud y exponer con orgullo el álbum fotográfico de toda una vida acompañándolo de breves comentarios que reciben a su vez los signos de alborozo, sorpresa, admiración que produce tal exhibición, mediante una simple onomatopeya, un silbido, un grito de aclamación o más sencillo: pinchando con el ratón del ordenador en una manita cerrada con el dedo pulgar hacia arriba para mostrar la aceptación.
Tan paradisíaco rincón permite también echar fuera los sapos que se nos atragantan con la mierda que ingerimos a diario, inevitablemente, porque los que la producen son tantos y cagan tanto que no podemos evitar que nos llegue hasta el cuello. Así que a poco que te muevas, "mierda va". No sé cómo os sienta a vosotros. Yo salgo a indigestión diaria. Así que si uno está muy harto, se va al facebook y a comunicar la indignación a los cientos y miles de amigos. Seguro que alguno de ellos, que andará librando el mono navegando por estos mares, y tratando de comprobar si algún otro ha visto lo que él mismo ha vomitado, acabará poniendo el click en la manita.
Y aún te da otra posibilidad de goce: la de difundir las noticias que ya han difundido todos los medios. Los mas-media y los menos-media. ¡TODOS! Pues uno más. Sí señor. Y a multiplicar las noticias; no vaya a ser que algún despistado no se entere aunque no pase nada por mucho que pase...
Y este cuento aún no tiene final porque no acabo yo de encontrarlo.Yo es que soy muy mal pensada. Sobretodo desde que caí en la cuenta de que la democracia fue el mejor bastión del capitalismo. La libertad de pensamiento y expresión, bienes tan preciados al menos para quienes padecimos su carencia, pensé yo que sería el comienzo de la tan ansiada transformación social. A día de hoy, le arrancaré la mano a mordiscos a quien pretenda arebatármelos pero soy consciente de que son el principio y el final del camino en el que nos ha colocado en fila de a uno la ley del Mercado.Cuando consigamos escapar de esta estrecha vereda y colocarnos a miles en campo abierto igual acabamos por encontrarle un final al cuento.Entretanto nos quedan el Twitter y el facebok a modo de placebo para mantener el autoengaño sin venirnos abajo.
Si no funcionan como tal acabaréis por sentiros como yo: harta, cansada, fané y descangallada.

K.D.

6 comentarios:

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Clico ME GUSTA :-)

Gustavo dijo...

A mí también ME GUSTA.

Alipio dijo...

Interesante reflexión.

Yo no "uso" redes sociales, aunque reconozco que están bien para que los manipuladores manipulen y la peña tenga la sensación de desahogarse mientras todo sigue como está.

Saludos.

Miner dijo...

Los amigos de la red,son eso, virtuales.

Anónimo dijo...

De fané y descangayada nada, Karen.

Karen Dinesen dijo...

Gracies, anónimo, por no apreciar en mí tales adjetivaciones.
Aproveché el tango pa hacer referencia a mi estado (puntual, probablemente)de abatimiento. No me siento yo todo lo esplendorosa que me exijo...Pero es que cada vez que intento vestime de colores, estirar la espalda y elevar la barbilla hay alguien o algo que me echa lejía en la ropa y me suelta una ráfaga imprevista de vientu Norte que hace que encoja el cuello entre los hombros...
Agradezco que no me veas marchita y hecha pedazos.Un buen chute de ánimo.