domingo, 19 de enero de 2014

MÁS DE LO MISMO...





Es domingo.Me levanto a las nueve y media de la mañana y, como cada día, me dirijo a la sala para levantar la persiana y lanzar la vista todo lo lejos que la visión me permite a la vez que entro en contacto con lo que la jornada me ofrece, climatológicamente hablando. La mañana es netamente invernal. El termómetro colocado en el exterior marca entre cuatro y seis grados. La lluvia es copiosa y continua y el cielo está empañado por la masa nubosa que lo ocupa a espacio completo, barnizando la atmósfera de ese tono grisáceo difuminador de los perfiles que envuelve en sábanas- fantasma los árboles. La torre, baliza en el horizonte que aprecio desde la ventana, se intuye por momentos.
Mi cuerpo refleja el descanso que proporciona una noche de ocho horas ininterrumpidas de sueño sin alteraciones.Emboco el desayuno, privilegio que los recortes económicos no me han seccionado, con la misma avidez que lo hago cotidianamente pero con la ventaja de no tener que hacerlo contra-reloj.Fruta, yogur, frutos secos, cereales y miel que sello con una infusión de manzanilla.Como es domingo me doy permiso para acompañarla con un prudente trozo de bizcocho.Ducha,crema hidratante y ropa adecuada para enfrentar un matinal paseo marítimo.Paraguas y a la calle.
Al salir, el día me sorprende con un cielo descapotado y el sol me hace guiños. Disfruto del camino que diseño atravesando el parque para avistar el mar sin tener que esquivar demasiado tráfico, ya que ni el lugar ni la hora propiciaban la afluencia masiva de vehículos.Intento concentrarme en los estímulos externos que la naturaleza me proporciona y los aspiro a través del rostro, única parte de mi cuerpo al descubierto. La vista, el olfato, el oído y cada uno de los poros de la piel se encargan de abrirles paso a la luz, el mar, el viento y darles cobijo en mi entraña.
De vuelta a casa el tiempo cambia de forma repentina. El cielo se cubre completamente y recibo con satisfacción la pertinente lluvia.No me molesta. Es lo propio de este inestable invierno al que ya me estoy acostumbrando. Creo que el paseo no habría sido completo sin abrir el paraguas. 
Antes de llegar a casa me detengo a tomar una caña en el lugar habitual. Allí, además del estímulo cervecero acompañado de cacahuetes, puedo departir afablemente con los dueños de la cervecería, Pedro y Ana, con los que intercambio charleta sobre el estado de sus hijos y nietos además de hacer un ejercicio de "espantasapos" compartiendo con Pedro todo aquello que nos indigna cada vez que, por gusto, necesidad o costumbre, nos enfrentamos con la lectura de la prensa. Cuando yo me dispongo a hacerlo él ya está puesto en todo. Así que me desgrana las perlas del día antes de que yo pueda echarles la vista encima.
Primer trago, primer "empapizamiento".Desisto de seguir leyendo para no intoxicar el alma que desintoxicarla me roba tiempo. Ya puedo dormir tranquila: Obama promete a Merkel que no volverá a espíar su teléfono móvil. Ayer, en titulares, Obama prohibiría el espionaje a los países amigos. Y hace unos días el Congreso de EE.UU. daba permiso para que sus espías pudieran seguir metiendo nariz y oído en los teléfonos de tutilimundi durante unos meses más.
De verdad...Esto me trae a la mente un planeta en estado de sitio... Una mala versión de la guerra de las galaxias en la que Luke Skywalker se nos pasa al lado Oscuro de la Fuerza y nosotros ¡en la inopia! ¡Cómo es posible que la gente no se despierte sufriendo tal pesadilla! Lo del Cuarto Poder de la prensa nunca fue tanta verdad como lo es hoy en día. Que me parece que vamos a tener que darle las gracias al bueno de Obama porque en un futuro, más o menos cercano, va a disminuír las escuchas telefónicas y las incursiones en nuestros ordenadores. ¡¡Poderío!!
Entonces me doy cuenta de que voy a acabar empañando la fresca mañana y acabar viviendo una borrascosa tarde si sigo tratando de ver la realidad desde las luces de la razón. Cosa de hacerse la imbécil tampoco es, digo yo...
Ommmmmmmm....ommmmmmmm.......No son interferencias yankees. Soy yo en plena meditación.
A media tarde, otra infusión con bizcocho.
K.D.

4 comentarios:

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Cerveza inspiradora que hace las veces de la sidra y el pincho de picadillo

miner dijo...

Muy buena entrada.

Alipio dijo...

Lo que Obama quiso decir es que, a partir de ahora, no harán chapuzas ni contratarán a empresas privadas de "mildolaristas" que se puedan ir de la lengua.
Más y mejor tecnología y mucho secretismo y a espiar....los "secretitos de la señorita Pepis".

Saludos.

Karen Dinesen dijo...

Abrazos para los tres.
En este contexto adverso es necesario darle rienda suelta a los afectos. Sentirse querido nos compensa de la falta de amor propio del que nos están despojando.
Gracias por estar ahí.