sábado, 15 de febrero de 2020

BACHILLERATOS PARALELOS.


Escuchaba a una concejala de Gijón , del grupo de CIUDADANOS, elogiar la función social que cumplió la Universidad Laboral de Gijón “permitiendo a los hijos de familias humildes lograr un futuro profesional”. ¡Claro que sí!

En lo que se refiere a Educación, los “intelectuales franquistas” que se ocupaban de tan encomiable  labor, eran gentes “biienpensantes”, en todos los sentidos de la expresión.

Podrían haber hecho que la Enseñanza fuera obligatoria y alcanzase más allá de los diez añitos la formación para todos los “españolitos que vienen al mundo los guarde Dios” (permítame la licencia Don Antonio…). Y aprovechar para disponer de Institutos  que facilitaran el acceso gratuito al Bachiller de los “hijos de familias humildes” como dice muy bien la Señora o Señorita Concejal de Ciudadanos. Pero “pa qué, pa qué, pa qué”….Podrían disponer de edificios adecuados para tal…haberlos, habíalos…. pero mejor estaban ocupados por los hombres de camisa azul y corbata a juego del Sindicato Vertical .  Y de la educación ya se ocuparían los Colegios Privados de Monjas y Curas que para eso estaba el clero fundando y fundando hasta en los lugares más alejados , reforzando la labor del Párroco de turno.

Bien…Pero no se olvidaron de la clase obrera. ¡Claro que no! No fuera a ser que se extinguiera…Y así, para que los hijos pudieran continuar la tradición, se establecieron las Universidades Laborales que darían a España profesionales bien formados para trabajar en la Industria, por ejemplo. No como ingenieros,no, aunque alguno se les escapó. Estos,los ingenieros, salían de la “Universidad  a secas”. Sin apellido. Esta  iba en paralelo a la otra, permitiendo igualmente que las élites sociales mantuvieran también la tradición para evitar discriminaciones. Y así las cosas funcionaban como debían: Papá médico, hijo médico. Papá albañil, hijo con dos opciones: albañil o fresador, por ejemplo. Que  UNINSA  ya estaba en marcha…

Y algunos, algunas teníamos abuelas , padres, madres, tíos , todos ellos necios y enamorados de la Institución Libre de Enseñanza  y aplicados discípulos del Ateneo  Obrero del pueblo hasta el 36 ( llegó el general y mandó parar). Y se partieron los cuernos para poder costear  los estudios de Bachillerato en el Colegio de monjas  del pueblo. Y  así  alcancé yo el Magisterio que ansiaba mi abuela. Tres años, con la beca apoyando la economía familiar, podían llevarse en casa sin tener que prescindir de lo que suponía una vida digna para todos.

Así que, Señora o Señorita Concejal o Concejala, una que lo soy, hija y nieta de familia humilde, tuve acceso al Bachillerato sin apellido, gracias al gusto por el estudio y la claridad de ideas  que caracterizó siempre a mi familia, republicana por opción. Que eso cuenta a la hora de establecer prioridades…

Y le chivo que algunos, bastantes…de los que accedieron al generoso Bachillerato Laboral, además de lograrse un futuro en el trabajo, pasaron a formar parte de la masa obrera que contribuyó a socavar los cimientos  del “Sindicato Vertical”.  ¿Ve "usté"? Hay gente que utiliza los favores como un “boomerang”. Desagradecidos…

Salud y República

Que la Fuerza nos acompañe.

1 comentario:

Karen Dinesen dijo...

Estas palabras que reproduzco , las pronunció Girón de Velasco, Ministro de Trabajo del Régimen ( y más) que impulsó (y más) la Universidad Laboral de Gijón (y más), refiriéndose a los “loables” objetivos que se perseguían con la creación de la misma (y más)…

…“formar, además de OBREROS mejor preparados técnicamente, hombres de arriba abajo, capacitados para las contiendas de la inteligencia, entrenados para los combates del espíritu, la política, el arte,el mando y el poder.” (José Antonio Girón de Velasco)
Tan ambicioso proyecto, en manos (como no) de la Comapañía de Jesús. (Léase jesuítas)

Las encontré hoy en la prensa local, al hilo del debate sobre la intención de solicitar la designación de Patrimonio de la Humanidad ( no sé si cultural, histórico…en serio que ni lo sé ni me importa mucho).