SOBRE DEMOCRACIA: RAZÓN Y LOCURA.

“Desdichado
del que no viva engañado.”
(Calderón de la Barca)



¡Qué razón tenía este Don Pedro! Acertado estaba al decir que todo en la vida es sueño, incluso lo que no parece que lo sea.

Hace poco hacia un comentario en un blog hablando sobre la democracia y haciéndolo, razonablemente, desde la necesidad de defenderla. Es la mejor forma de gestionar las libertades, aún reconociendo sus limitaciones. Ese es el argumento del que nos dotamos. O al menos es el mío.

Supuestamente, cuando eso afirmamos estamos haciendo uso de la razón sabiamente, porque el análisis que hacemos sobre la forma de gestionar la convivencia en el uso de los derechos y libertades individuales y /o colectivos, nos lleva a semejante conclusión. Y ahí nos quedamos feliz y razonablemente engañados.

¿Por qué digo engañados?...porque la razón hace juegos malabares para tranquilizar nuestras conciencias. Y uno de ellos consiste en hacer uso del argumento de la limitación del ser humano y, consecuentemente, de sus facultades, incluida la razón misma. No puede ir más allá en el análisis y nada mejor puede obtener que aquello de lo que disponemos. Las alternativas son evidentemente mucho peores.

Vemos, porque la lucidez nos permite verlo, las injustas desigualdades que se producen en el marco de la democracia. Como demócratas aspiramos a eliminarlas. Pero como demócratas limitados en nuestras facultades, no podemos hacer mucho para que pueda llevarse a efecto la noble aspiración.

Vemos, porque la lucidez nos permite verlo, que el juego democrático da acceso a que cualquier energúmeno sin escrúpulos pueda hacer uso indebido y abuso de las posibilidades que le da su cargo, obtenido democráticamente.

Vemos, porque la lucidez nos permite verlo, que la independencia de los jueces tiene un marcado sesgo en uno u otro sentido, religiosa o políticamente hablando, y continúan haciendo uso de la misma desde su estrado.

Vemos, porque la lucidez nos permite verlo, que desde el poder político y democrático se utilizan hechos para argumentar uno hoy o lo contrario mañana según interese.

Vemos, porque la lucidez nos lo permite, que, democráticamente, se funciona con hipocresía o mirando hacia otro lado, retrasando en lo posible la denuncia, cuando se trata de condenar situaciones de abuso de unos países o colectivos sobre otros si quienes ejercen el abuso están sobrados de poder. No vaya a ser que las sobras nos toquen…

Todo eso lo vemos y mucho más en el marco de nuestro país, de Europa y de la global aldea. Pero si, razonablemente, nos planteamos que podríamos mejorar nuestro sistema o ambicionar un sistema mejor habría que echar a andar a la razón. Y nuestra razón tiene un límite. El que nos marca el miedo a gritar la verdad.

Y seguimos votando democráticamente, alternando en el poder si no nos gusta cómo lo hacen unos, para comprobar lo que, de antemano, ya sabemos: que tampoco nos gustará cómo lo harán los otros.

Pero “unos” u “otros”, en todo caso son “los nuestros”. Y el voto se ejerce con pasión. Con la misma que se defienden los colores del club de fútbol. Que ganen los míos háganlo bien o mal. La crítica de puertas adentro.Y ya amenazaremos con romper el carné y quemar la bufanda si es necesario...hasta que se juegue el próximo derby.

¿La razón?....”Que todo en la vida es sueño y los sueños, sueños son.”

(Karen Dinesen)

P.D. Decía Erasmo que "la sabiduría consiste en tomar la razón como guía; la locura, por el contrario, en obedecer a las pasiones; pero para que la vida de los hombres no sea triste y aburrida, Júpiter les dio muchas más pasiones que razón."