miércoles, 29 de abril de 2009

VERSOS PARA LA POESÍA


A la deseada y escurridiza poesía...



Aunque es omnipresente, no sé cómo
poder localizarla entre la gente.
Se mimetiza bien en el ambiente.
Se entroniza, mas sólo ves el trono.

Percibes su fragancia en los garitos,
en las celdas, suburbios y palacios.
En cada uno y en todos los espacios.
En la risa, el silencio y en los gritos.

Sabes que está en el brillo de unos ojos.
En el desgarro de dolor de un llanto.
En lágrimas de amor. También de enojo.

Entre la alegría y en el espanto.
Sabes que está. Tú le ofreces alojo.
Pero ella elige a quién presta su canto.

Karen Dinesen

domingo, 26 de abril de 2009

OTROS VERSINOS


Y PARA MÍ

Éstos siguen en barbecho…
No está en buenas condiciones
para la siembra el terreno.
Esquivo y apelmazado.
Reticente y desconfiado.
El fondo del pozo seco.
Sin agua los cangilones.
Más empinado el repecho.

No hay forma de hacer derecho
ni un surco con el arado.
Me aprieta el corsé en el pecho...
¡Si yo no llevo corsé!
¿Qué es lo que me aprieta pues?...
No hay forma de arar ni un trecho.
No está retrobateado
el terreno. Lo sospecho…

Ablandar es lo primero
que exigen estas labores.
¿Terrones...deshacer puedo?
¿Airear y oxigenarlo?...
Tendré más bien que intentarlo
si obtener frutos pretendo...
Y eliminar sinsabores...
si quererme es lo que quiero.

(Karen Dinesen)


P.D. Y el calor lo pongo yo.
No me queda otro remedio.

sábado, 25 de abril de 2009

UNOS VERSINOS Y UNA FOTO.


PARA TI


Aún no brotaron los versos
que para ti yo he sembrado.
¡¡ Y mira que puse esmero
en las labores de siembra !!
Los aboné con cuidado…
No les faltó nunca el riego…
De plagas los he librado…
Pero la tierra es la tierra.
Si no hay calor, no hay arado
ni agua, ni azada, ni apero
que haga salir la cosecha.
Y el calor, amigo mío,
el calor…viene de fuera…


(Karen Dinesen)

viernes, 24 de abril de 2009

LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES



El 25 de Abril de 1.974, al ritmo de “Grandôla, Vila Morena, terra de fraternidade…”, se produce un levantamiento militar en Portugal que acaba con cuarenta y ocho años de dictadura salazarista. El suceso no sólo provocó el entusiasmo en una buena parte de la población portuguesa, fundamentalmente entre la izquierda, sino que sembró la esperanza en otras gentes como la que suscribe.

“Cuando las barbas del vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar”. Esto creíamos algunos que tendría que estar pensando Francisco Franco Bahamonde, “nuestro” dictador correspondiente, para regocijo de nuestras mentes y cuerpos aunque no pudiésemos expresar públicamente la satisfacción que nos provocaban los hechos que se estaban sucediendo en el país vecino.

El mismo día que se produjo el levantamiento contra la dictadura salazarista, las personas que ocuparon las calles de Lisboa con el objetivo de dar rienda suelta al júbilo, lo hicieron portando claveles que repartían entre los soldados, convirtiéndose la flor en el signo de la revolución. (¿Quién no recuerda el cartel en el que un niño coloca un clavel en el cañón de un fusil a un soldado?).

Al día siguiente salen de la cárcel todos los presos políticos. Van poco a poco retornando líderes de la oposición política que se encontraban en el exilio. Se concede la independencia a las colonias africanas. Se procuran las condiciones para instaurar una democracia parlamentaria y… ¡se lleva a efecto la nacionalización de la Banca! (una de mis “anacrónicas” fantasías).

Desde entonces, esta fecha quedó señalada en mi calendario particular a pesar de que en la evolución, la revolución fue perdiendo parte del barniz romántico y el carácter izquierdista inicial.

Un 25 de Abril, hace unos cuantos años, un amigo, compañero de trabajo, y yo misma coincidimos comiendo juntos y le dedicamos una nostálgica conversación al hecho revolucionario portugués. Acabamos cantando a dúo “Grandôla , Vila Morena …Y decidimos que era una fecha de las que merecen ser conmemoradas. La forma en la que el suceso nació y los logros posteriores obtenidos a pesar de las limitaciones, hacen que no se haya convertido, al menos a nuestros ojos, en algo caduco, objeto de manifestaciones convencionales, como ocurre con otras fechas vituperadas si consideramos la frivolidad o liviandad con que se convocan y celebran, desvirtuando su origen.

Desde aquel día, cada 25 de Abril, al llegar a clase me encuentro encima de la mesa un clavel rojo y una tarjeta con bellas palabras de aliento. Nunca se olvida…Hoy, día 24, al ver el clavel sobre la mesa, sonreí y caí en la cuenta de que este año el 25 de Abril cae en sábado. Día no lectivo.

(Karen Dinesen)

jueves, 23 de abril de 2009

UN LIBRO.


No cabe duda que el comienzo del Quijote, quizás con todo el mérito, es conocido universalmente. No sé si el conocimiento general del texto va más allá de las doce primeras palabras…Pero eso no le resta grandiosidad a la obra y, consecuentemente, a su autor D. Miguel de Cervantes.

Sin pretender yo hacer analogía alguna, no me resisto a reproducir el, en mi opinión, genial comienzo de una breve obra, divertida y escrita con la genialidad que acostumbra a hacerlo Eduardo Mendoza: “El asombroso viaje de Pomponio Flato”.

Aprovecho el día del libro para ello. Esto sí es escribir bien:



“ Que los dioses te guarden, Fabio, de esta plaga, pues de todas las formas de purificar el cuerpo que el hado nos envía, la diarrea es la más pertinaz y diligente. A menudo he debido sufrirla, como ocurre a quien, como yo, se adentra en los más remotos rincones del Imperio e incluso allende sus fronteras en busca del saber y la certeza. Pues es el caso que habiendo llegado a mis manos un papiro supuestamente hallado en una tumba etrusca, aunque procedente, según afirmaba quien me lo vendió, de un país más lejano, leí en él la noticia de un arroyo cuyas aguas proporcionan la sabiduría a quien las bebe, así como ciertos datos que me permitieron barruntar su ubicación. De modo que emprendí viaje y hace ya dos años que ando probando todas las aguas que encuentro sin más resultado, Fabio, que el creciente menoscabo de mi salud, por cuanto la afección antes citada ha sido durante este periplo mi compañera más constante y también, por Hércules, la más conspicua.”

(De “El asombroso viaje de Pomponio Flato”. E. Mendoza)

¿Es o no es genial?
Saludos. K.D.

P.D. (Hoy, y sin que sirva de precedente, le hago la competencia a Miner)

miércoles, 22 de abril de 2009

QUE EL ALMA NO CEDA AL DESALIENTO...


No siento envejecer. Tan sólo siento
que pueda apagarse el brillo en mis ojos.
Que hagan asomo en ellos los despojos
y la figura triste del lamento.

Que se queden sin luz y macilentos.
Que la vejez suponga el desalojo
del ánimo, el empuje o el enojo…
que quede disecado el sentimiento…

Que te impida alcanzar un simple antojo.
Que el vibrar obedezca sólo al viento
que al cuerpo arrastre y mueva cual rastrojo…

o al temblor de los miembros, que el aliento
del paso de los años vuelva añosos.
Siento que el alma ceda al desaliento…


(Karen Dinesen)

lunes, 20 de abril de 2009

FORMAS DE VIVIR EL FÚTBOL.


En mi pueblo hay un equipo de fútbol. Actualmente figura entre los de la Tercera División. Pero durante mi infancia y bien entrada en la juventud, no pasó nunca de la categoría de Primera Regional.

Mi tío figura entre los alrededor de 500 socios con los que cuenta el club. Y su carné debe de tener pocos años menos que él. El equipo del pueblo es la única pasión que se permite en el ámbito futbolístico. Le satisface que un equipo español obtenga títulos europeos. Cuando el Real Madrid ganó la quinta copa de Europa se alegraba del hecho y no dejaba de repetir :”¡El Madrid, pentacampeón!”. No sé si lo que pretendía era expresar satisfacción por identificación con el Real o utilizar el término “pentacampeón”. Porque a continuación nos interrogaba acerca del significado del mismo.

Disfrutó de aquel partido como de otros que ve con gusto y el justo entusiasmo, pero sin asomo de apasionamiento. Sin embargo, toda la pasión que les niega a los grandes equipos se la dedica por entero a su equipo de toda la vida. Va a verlo los domingos que juega “en casa”, y, aunque nunca le acompaña en los desplazamientos, no se acuesta sin conocer el resultado del partido.

Hoy día el campo dispone de gradas en un lateral y en ellas se acomoda para disfrutar del juego. Pero hace años no sólo carecía de asientos sino que el vallado publicitario que cierra actualmente el rectángulo del juego tampoco existía. Esto es una modernidad fruto probablemente de su ascenso en la categoría.

Recuerdo el campo cuando el cierre estaba formado por postes de madera sobre los que se apoyaban perpendicularmente y en paralelo al suelo otros listones de madera sobre los que, a su vez, podías apoyar tus manos mientras veías el desarrollo del juego. Se pasaba perfectamente por debajo de los palos. Y aquello le fue muy útil a mi tío en una ocasión, que paso a relatar:

El partido se desarrollaba sin incidentes significativos hasta que un jugador del equipo contrario empezó a hacer ejercicios de calentamiento detrás de la portería del equipo de casa. Mi tío, que la máxima exaltación que se permite en el campo es la de gritar “¡adelante, siempre adelante!”, comenzó a inquietarse. Si en alguna jugada uno de los jugadores echa el balón hacia atrás, le recuerda que la portería en la que debe intentar meter el balón es la que tiene delante…. Su estrategia de juego es muy simple. “Hacia adelante, siempre hacia adelante”. Pero entre ánimo y ánimo no le quitaba el ojo a lo que ocurría tras la portería mientras el público abroncaba y él, dirigiéndose al árbitro, simplemente le gritaba: “¡Sr. Colegiado, Sr. Colegiado…!”, en la esperanza de que le escuchase. El árbitro, sordo y el juego continúa.

Ante la indiferencia arbitral, mi tío, ni corto ni perezoso, con tranquilidad, sin excitarse pero tampoco sin arrugarse, como si fuera lo más normal del mundo, pasó por debajo de los palos del cierre y accedió al campo, caminando sin prisas en la dirección en la que se encontraba el Sr. Colegiado. Éste al percatarse de la presencia extraña en el césped, detuvo el juego. Objetivo conseguido, pensaría mi tío. Se acercó hasta el árbitro y le indicó lo que estaba ocurriendo tras la portería del portero de “su equipo del alma”, procediendo “el de negro” a hacer cumplir la legalidad y, posteriormente, invitar a mi tío a volver a su lugar fuera del campo. Cosa que, por supuesto, hizo disciplinadamente y sin estridencia alguna. Afortunadamente yo no estaba allí. Me lo contaron como anécdota graciosa. Probablemente me habría violentado el hecho de haberlo vivido aunque me reí cuando me lo relataron.

Así, también es mi tío.

(Karen Dinesen)

sábado, 18 de abril de 2009

¿UNA PROPOSICIÓN ...DECENTE...?



Hace tiempo que me ronda la cabeza la idea de que en este mundo vale todo, empezando a comprender las frecuentes referencias al psiquiatra de que Woody Allen hace gala en sus películas.

Hoy Hillary Clinton me trajo a la memoria la película protagonizada por Robert Reford y Demi Moore, bajo cuyo título, “Una proposición indecente”, se mueven los hilos de una historia a tres bandas en la que una pareja con problemas financieros se encuentra ante la posibilidad de aceptar, o no, la oferta de un multimillonario para pasar una noche con la endeudada esposa a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero que acabaría con las penurias económicas del matrimonio.

Pues hete aquí que la secretaria de Estado estadounidense está dispuesta a cancelar las deudas adquiridas durante la campaña electoral poniendo a su marido en alquiler. Aunque por imperativos legales, según datos que aparecen en la prensa, la iniciativa no puede aparecer como suya y, consecuentemente, surge al amparo de las amistades de Hillary, ésta no debe de poner en duda la capacidad de su marido para la seducción. Conclusión ésta que no puede haber extraído del aislado incidente con la becaria M. Lewinsky…digo yo. Y como tampoco voy a pensar que el ex - presidente disponga de un archivo de conquistas a disposición de su mujer, tengo que deducir que ésta está auténticamente encandilada con los encantos de su marido, hasta el punto de suponer que lo serán también para el resto de estadounidenses. Sólo así se explica que apruebe la campaña “Pase un día con el presidente Clinton”, ofertando semejante delicia al módico precio de cinco dólares, que es el coste de la papeleta que les permitirá participar en un sorteo, a través del que podrán aspirar a pasar a los anales de la historia asistiendo a eventos varios en compañía del presidencial personaje.En la transacción no parece que se incluya el derecho a manoseo. Probablemente los contactos corporales queden reducidos a un par de besitos "carrilleros" o un sólido apretón de manos en el encuentro.

Es esto una irrefutable prueba de cómo la intuición no es de fiar. Al menos la mía, ya que no me daba a mí en la nariz que la Sra. Clinton tuviera a su marido en los altares como parece el caso. O esto es así o piensa que un importante número de los estadounidenses es imbécil. O lo que es peor. Tal vez lo sea.

(Karen Dinesen)

viernes, 17 de abril de 2009

ESTOY...EN CRISIS, PERO ESTOY.


Debajo de la mesa y de la cama,
entre los libros, bajo los papeles…
En todos los escondrijos que sueles
guardar con celo todo aquello que amas.

¿La caja de los fetiches…? Te hueles
que es éste un buen lugar para fantasmas.
Los cromos, las canicas, las estampas…
acomodarse entre las chapas pueden...

Ciegas rendijas por donde se cuelen.
Cierras las puertas, postigos, ventanas
para impedir que se escurran. Te dueles.

Son caprichosas, traidoras, villanas.
Las musas te dejaron sin sus mieles,
a oscuras, con dos palmos y sin ganas.

(Karen Dinesen)

martes, 14 de abril de 2009


El 18 de Julio de 1936 fue herida de muerte. Y ya no salió viva de aquel trance. Hubo quienes hicieron lo imposible por evitar el fatal desenlace. Se opusieron a la agresión e intentaron defenderla con uñas y dientes.

Con muros de piedras, madera y sacos de arena. Intentaron aturdir a los agresores alzando la voz -¡¡No pasarán!! - gritaban mientras se parapetaban tras las barreras de desechos, ya entonces, armados hasta los dientes. A algunos ya les faltaban…de morder la rabia. Y también las uñas… de arañar la impotencia…

Intentaron salvarla a toda costa y muchos cayeron en el intento. Otros, agotadas las fuerzas, se dejaron abatir y pagaron su generosidad en prisión… fueron afortunados. Los hubo con menos fortuna que no se abatieron y fueron abatidos por un pelotón de fusilamiento. Mis abuelos entre ellos. Eso sí. Juzgados previamente en Consejo de Guerra y condenados por rebelión. ¿Rebelión…? ¡Tiene bemoles la cosa!

Mis abuelos fueron de los que intentaron evitar la hemorragia y que el desastre alcanzase a los más débiles e indefensos. Por eso, uno de ellos formó parte del comité de guerra de su población, asumiendo la responsabilidad de facilitar la evacuación de mujeres y niños. Y dicen que lo hizo bien. El otro, más joven, se fue al frente. Mis abuelos hacían bien las cosas. Desde sus trabajos en las respectivas empresas en las que desempeñaban su labor antes del alzamiento, hasta las labores que derivaban de los compromisos que asumían. En este caso las de la defensa de la II República . Les costó la vida. No sería justo que no intentase hacerles un justo reconocimiento, reclamando la resurrección de aquello por lo que la dieron. O más bien les fue arrebatada.
¡¡¡Viva la República!!!

(Karen Dinesen)
Serenos y alegres
valientes y osados
cantemos soldados
el himno a la lid
............................

A GILMORE Y MINER...


Estos versos fueron paridos con la valiosa colaboración de Gilmore y Miner. (Éste puso el título). Por eso a ellos van dedicados, y a todos aquellos que sufrieron de cerca la “muerte en vida” de un ser querido.

Antes morir que perder la vida

Más vale morir que perder la vida
si están acartonados tus sentidos,
si de los mirlos no escuchas los trinos
ni sientes de la brisa las caricias...

Si ver el cielo te provoca herida,
si oler el mar es un fruto prohibido...
Si ignoras quienes fueron tus amigos
porque el alma se pierde y desvaría,

ya sintió y padeció lo padecido…
Si puede sobre el recuerdo el olvido,
si tu identidad te es desconocida

hasta no recordar lo que has vivido,
tu etapa en este mundo está cumplida.
Puedes morir. La vida ya has perdido.

( Karen Dinesen)


P.D. Disculpen quienes así no lo perciban. La percepción es subjetiva.

lunes, 13 de abril de 2009

TRISTEZA DE AMOR...(recordando a Chopin)


Me llena de tristeza este vacío.
Este hueco, esta ausencia que me daña.
La impaciencia se escurre por mi entraña.
No puedo estar sin ti sin sentir frío.

Me invento historias, cuentos y patrañas.
Sólo hallo calor al soñar contigo.
Sé que debo olvidar pero no olvido.
Con tu recuerdo el recuerdo se ensaña.

Quisiera que me viera como extraña,
y pasase de largo en este envío.
No viera cómo mis ojos se empañan.

Ni alterase el andar de mis latidos.
Ni escuche los suspiros que se escapan
sin que yo pueda hacer por impedirlo.


(Karen Dinesen)

domingo, 12 de abril de 2009

ANTICIPAR NO SIEMPRE ES SALUDABLE...


Si anticipas una ausencia

no disfrutas su presencia
.....................................................



Si de mi vida te ausentas
sin norte queda la mía.
La estrella polar se apaga.
La noche se hace de día…
¡De nublado se engalana!
No me orientan las estrellas
ni hay sol que oriente mi vida.

Tendré que usar la linterna,
(vigilar la batería),
controlar bien los matojos
para evitar las caídas.
Ciegos quedarán mis ojos,
anestesiadas mis fuerzas
y sin brillo mis retinas.

No puedo perder la senda…
Debo encontrar la salida.
Descerrajar los cerrojos
y evitar hacerme heridas.
¡ Pues menudo trampantojo
ocasionó a mi cabeza
tu imaginada partida!

(Karen Dinesen)

sábado, 11 de abril de 2009

MEMORIAS DE ÁFRICA



Esta tarde vi por enésima vez la película “Memorias de África”.

Me gusta todo de ella: la música, los paisajes, el color, la ambientación en general. Y de forma especial el personaje que representa Meryl Streep: Karen Blixen Dinesen.

Me gusta identificarme con esta mujer. Es para mí una referencia envidiable y envidiada. Su forma de ser, de pensar, de hablar, de encarar la vida. Hasta el modo en que viste. Claro que es fácil la identificación con la gustosa e injusta, por sobrada, situación de quien disfruta de la vida colonialista en Kenia bajo el Imperio Británico. Pero, al margen del contexto, me fascina el personaje que posiblemente haya ayudado a construir la ficción. Esa voluntad de reafirmar su “yo”, su independencia… esa resolución, esa forma de abordar las cuestiones de manera clara y directa…ese no dejarse abatir ante nada, sin ocultar sus debilidades, sin enmascarar sus limitaciones , pero sin permitir que éstas le impidan seguir adelante en la vida, sacando energías hasta de las costuras de la ropa. Ese amor por la vida, la vitalidad que rezuma…Y fundamentalmente su desbordante capacidad para fantasear. La facilidad para inventar historias y contarlas dejando al respetable seducido.

Tengo, no obstante, una discrepancia con ella: El tenaz empeño en matrimoniarse. No lo entiendo en su cabeza. Sí entiendo la necesidad de ser amada.

Ciertamente, aunque no lo haya mencionado hasta ahora, las vivencias compartidas con Denys Finch (personaje que encarna Robert Redford), que dejan ver el velado romance soñado por cualquier mujer, contribuye a que la película me fascine.

En una escena de la película, Denys Finch, en compañía de un amigo y de la propia Karen, en casa de ésta, durante una agradable velada de sobremesa de una cena, hace un comentario sobre una observación hecha por él mismo sobre la ausencia que percibe en la Literatura, de la mención al pie como elemento motivador de la poesía. Ignoro hasta qué punto esto pueda ser o no cierto. Pero, por si acaso, ese tratamiento injusto me pareció que debía ser compensando. Yo no puedo hacerme persona representativa de tales pretensiones, aunque ésa sea la razón que justifica esta sencilla octava.

AL PIE

Él te lleva en volandas, te desliza...
dejando ver el horizonte lejos.
Te eleva hasta las cumbres, y en las cimas
atrapas más fácilmente tus sueños…
Te conduce a los valles y a las simas
en busca de los tesoros sin dueño.
Bailas con él hasta desvanecerte.
Sin tu pie…abandonada a tu suerte
(Karen Dinesen)

viernes, 10 de abril de 2009

REPOSICIONES


Un día, fruto de un ataque de pudor, suprimí unas cuantas entradas. Entre ellas un soneto al que un comentarista anónimo tuvo la delicadeza de hacer un comentario cálido y entrañable. Con aquél, eliminé otro que había elaborado como respuesta de agradecimiento por mi parte.El anónimo reaccionó sorprendido al igual que Bely, e hice una entrada intentado explicar las razones que habían motivado mi repentina actitud. Hoy he decidido cubrir la entrada,respetando el tradicional descanso del Viernes Santo, con la reposición de los mismos. (Y de paso justifico mi sequía creativa)







URGENTE: SE NECESITA PAYASO


Ansío ser feliz, mas no me avío.
(Palabras que despiertan mi conciencia
que escucha mientras pierde la paciencia.
No puede soportar tal desvarío.)

Verás conciencia, -digo- no me río.
Me angustia de mi sonrisa la ausencia.
Júzgame pues, por falta de decencia,
pues teniendo de todo tengo frío.

Frío que me penetra hasta la esencia.
Frío que no se va con el estío.
Un frío que apuntala su presencia

agotando la luz, helando el río…
Este estado de sombra y decadencia
necesita un payaso para abrigo.




(Karen Dinesen)







AL ANÓNIMO PAYASO


Quisiera poder poner rostro y nombre
en esa, que advierto, tierna mirada.
que asoma limpia en tu cara pintada.
Dime al menos, payaso, que eres hombre.

Que cuanto expresas es lo que tú sientes
aunque te exija un verso exagerado
el complejo entramado del rimado.
Dime al menos, payaso, que no mientes

Y dime que si en mis versos no hay arte
tú lo ves en lo que escribo, conmigo.
Dime que amor recibo de tu parte,

que a mi lado te quedas, buen amigo,
que soportas el frío sin helarte,
y aguantas hasta que verdee el trigo.




(Karen Dinesen)

miércoles, 8 de abril de 2009

JUEVES SANTO

Jueves Santo. 1.960. Aunque el luto no debería llegar hasta mañana a la tarde, después de la muerte de Cristo, tal parece que ya llevamos unos días enlutados. Pero no. Es que se hace necesario vivir también la agonía de la pasión. Por eso, desde el lunes la radio emite música de funeral y están sancionados temporalmente todos los programas que puedan provocar risas o sonrisas.

Mi abuela se abstiene de cantar mientras tiende la ropa, friega o cocina. Con lo que a mí me gusta escucharla…”Cuando tú me diste amparo no era más que una gitana…”. De la Concha Piquer. Con lo bien que canta mi abuela la copla… Pero en fin, todo lo que incite a la alegría ha desaparecido del contexto.

Bueno, todo, todo, no. Porque a mí me hace muchísima ilusión volver a poner la ropa que estrené el pasado domingo de Ramos. Sobretodo los calcetines con puntillas y los zapatos de charol. Me encantan. Y esta tarde volveré a ponerlos para acompañar a mi abuela en las visitas a las Iglesias para rezar ante la Santa Custodia. El Santísimo, dice mi abuela. Empezaremos por visitar la capilla de las Clarisas. Esto es emocionante. Yo sólo acudí con mi abuela al convento en alguna ocasión en que ella precisó de alguna de las labores que ellas realizan. Se accede por un gran portón de madera a un recinto amplio, pintado de blanco, con unas rejas a la derecha (para hablar con sus familiares en las visitas a través de ellas, o al menos esa fue la respuesta de mi abuela a mi pregunta) y el torno de madera en el frente. Es una sensación difícil de expresar la que sientes cuando escuchas la voz suave y delicada de la monja que se encuentra al otro lado y de quién no ves el rostro.

Pero a la capilla entras por otra puerta más pequeña que permanece cerrada casi siempre, excepto a primera hora de la mañana, ya que la misa en el Convento es la primera que se oficia en el pueblo. Una vez finalizada, la puerta se cierra y ya no se abre hasta el día siguiente con el mismo fin. Pero hoy es distinto. Estará abierta durante toda la tarde y hasta las doce de la noche para facilitar las visitas.

Después de acudir a las Clarisas continuaremos por la Iglesia Parroquial para terminar en la más bonita de todas (románica de transición al gótico), después de haber hecho las visitas de rigor en las capillas respectivas de los dos colegios privados que hay en el pueblo. Cinco lugares sagrados, cinco visitas.

Por la mañana tendremos que ir a comprar. Mañana es fiesta y hoy medio fiesta. Esa es la razón por la que las tiendas únicamente abren durante la mañana. Y después de comer empezaremos con los preparativos. Las mantillas para cubrir la cabeza, las velas para acompañar la procesión…¡Me encanta el olor que desprenden cuando la cera se derrite con el calor de la mecha encendida! Y jugar con los restos cuando se solidifican de nuevo. Las mujeres y niñas avanzamos en rigurosa fila por la acera, mientras los hombres y los niños lo hacen por la calzada y cerca de los “pasos”, como custodiándolos…

Hoy es el día en el que más “pasos” salen. Es la procesión más animada. Si puede ser animada una procesión…San Juan, La Verónica, La Dolorosa, Jesús Nazareno y “los judíos”. Así llamamos a dos escenas de imaginería que representan los azotes y la coronación de espinas, respectivamente. Al final desfilan también el alcalde y parte de la corporación municipal. ¡Ah! Y la guardia civil. Con paso marcial y vestidos de gala con banda cruzada y guantes blancos…siguiendo el ritmo de la banda: Chan-chan-chantachan-chan

En el intervalo de tiempo que queda entre las visitas y la procesión están los oficios. Hoy se representa en ellos la escena en la que Cristo les lava los pies a sus discípulos. Siempre escogen a doce niños para la representación. Tengo que convencer a mi abuela para colocarnos en un lugar que permita verlo con claridad. Orlando, un amigo del barrio, muy amigo (el que me llama “Popotitos), fue seleccionado para “apóstol”. Y eso no quiero perdérmelo.

Otro día os cuento lo de la procesión del encuentro. Ésa fue ayer. Mi abuela lleva una silla unas horas antes para escuchar el sermón sentada. Pero no creáis que sólo lo hace mi abuela. Si pasas por allí unas horas antes de la procesión, puedes ver el lugar en el que se sermonea repleto de sillas. Todas distintas, eso sí. Cada persona que quiera sentarse tiene que llevarla de su casa.

(Yo, la de siempre)

martes, 7 de abril de 2009

NEUROTRANSMISORES ALTERADOS

Noches en vela engañando al insomnio.
Compartiendo mi almohada tu presencia.
Nutriéndose de angustia mis demonios.
Albergando a tu abrigo mi impaciencia.
Intentando encubrir mi soliloquio.
Suplicando en un “s.o.s.” tu permanencia.
Ignorada por ti, roto mi ensueño,
el hielo, de mi entraña se hace dueño.
(Karen Dinesen)
......................................................................


Y es entonces, cuando los sueños se esfuman y el desvelo permanece, cuando ella pone en pie su racionalidad y trata de mantenerla firme. Le da un repaso e intenta ponerla en su sitio. Nadie va a extirpar su voluntad. Él no es merecedor de su atención. Ni un minuto le robará su pensamiento. Ella dispone de abundantes recursos que ocuparán su mente. Y su tiempo no dará lugar al descanso. Siempre fue buena planificando y organizándose. Tiene una dimensión pragmática, de gran ayuda en estos casos. Y una voluntad férrea.

El trabajo le exige concentrar cuerpo y alma. Es una suerte. Se trata sólo de ver como llenar las horas libres, desplazando la imagen que de él parece estar incrustada en alguna parte de sus células. Lee, escribe, acude a conciertos, se concentra en la música de su mp3 mientras pasea, contempla las nubes y se entretiene buscando coreografías para ellas, corre, acude a la piscina y nada, nada, y…¡nada! ¡No se va!. Lo nota al llegar la noche…

Se acuesta agotada y en la convicción de dormirse inevitablemente. Pero no se resuelve bajando los párpados. No consigue conciliar el sueño. Da vueltas y vueltas. En uno de sus giros…¡Allí está otra vez! ¡Compartiendo almohada de nuevo! Los días se suceden sumando agotamiento al cebarse el insomnio en el cansancio acumulado. Llegado un límite acude al médico. Necesita dormir. Sólo es eso.

Así se lo traslada al galeno a la espera de que pueda resolvérselo con unas vitaminas. ¡Y hete aquí que le diagnostica un cuadro ansioso-depresivo!... ¡Que dice que todo lo que le pasa es porque tiene los neurotransmisores alterados!!...Y que eso se arregla con una simple píldora…

”Píldoras para no soñar”, que diría Sabina…
Pues las hay…¡Qué tristeza! Necesitará otras para eliminarla. Me refiero a la tristeza, porque supongo que tiene que sobrevenir si te anulan la posibilidad de soñar, ¿no?...

(Karen Dinesen)


domingo, 5 de abril de 2009

UN MIRLO AMIGO


Hoy me entretuvo un mirlo con su trino
e intercambiamos trinos y palabras.
Me gusta ver con él cómo se labran
las hojas de los fresnos… del espino…

Escuchar a otros pájaros vecinos
mientras la tarde cae dulce en la entraña…
Ver al cerezo en flor cubrir sus ramas,
vestirse la retama de amarillo…

Es un placer gozar- le dije al mirlo –
del renacer de la vida en mi mirada.
Pero he de confesar, querido amigo

que añoro el mar… los visos de sus aguas…
sus murmullos, susurros y bramidos…
su fresca brisa, su olor a sal y algas.

(Karen Dinesen)

P.D. Fue entonces cuando el pájaro me dijo:
No te vayas sin mí. Quiero ir contigo.


sábado, 4 de abril de 2009

LLANTINA



Ahora estoy mejor. Un divertido comentario, de alguien genial, leído en un blog me hizo sonreír.

Llevaba horas de llanto adolescente intermitente. Pero de esos, que cuando atacan se vuelven imparables y requieren pañuelos y pañuelos de papel para alternar la absorción de las lágrimas y el desatasco de la nariz.

Fui al calendario con la intención de comprobar la fase lunar en la que nos encontramos después de haber mirado al cielo y no conseguir ver la luna. Esto último acentuó la llorera. El calendario no me aclaró nada. No vienen en él las fases lunares. A veces coincide el bajón con la creciente. Y eso me tranquiliza. Si influye en las mareas ¿por qué no va a hacerlo en mí que según parece soy agua en un 80%...? Seguía y seguía sin freno.

Recordé a Alejandro. Uno de mis alumnos. La pasada semana, uno de los dos días que duró la huelga del transporte, tardaban en venir a buscarle. Es muy tímido, retraído, inseguro…su rostro rara vez sonríe. Sólo cuando le digo que me encanta el libro que está leyendo. Que yo también lo leí y me pareció fantástico. Entonces me mira y, sin añadir ni una palabra, me sonríe. Aquel día estaba intranquilo a pesar de que yo apoyaba mi mano derecha en su hombro en el ánimo de que se sintiese acompañado. Le miré y le dije que llegarían enseguida. Que el retraso tal vez se debería al tráfico. Asintió con la cabeza de forma reiterativa mientras empezaron a deslizarse por debajo de sus gafas un par de lagrimones. De forma inmediata me metí en su piel y tuve que reprimirme para evitar llorar con él mientras le tranquilizaba. Esta tarde me acordé de él. No sé si antes o después de sentir unas ganas inmensas de llorar.

También pensé en alguien cercano al que se le va acercando la meta. Y está cansado y con grandes limitaciones físicas que él intenta superar estoicamente, asumiendo que forman parte de la vejez. Y lloré y lloré sintiéndome impotente por no poder proporcionarle una ancianidad más cálida y con calidad. Tampoco sé si pensé en él antes o después de la tristeza. Pensé también en lo mal que me sentiría cuando se ausentase definitivamente. Y entonces eran mares de llanto.

Después hice un intento de reajustar las ideas que me acechaban y traté de analizar. Situé a Alejandro, feliz , en compañía de sus padres, en su casa, viendo la “tele” o paseando…

Me di cuenta de que estaba anticipando acontecimientos que no tengo ni idea de cuando pueden tener lugar, al pensar en mi muy querido anciano…

No veo la luna, pero está ahí…en algún lugar que yo puedo imaginar a poco que lo intente.

Reviso mis circunstancias y tomo clara conciencia de que no tengo motivos para este desborde de los lacrimales. Y entonces me aborda la mala conciencia por llorar sin motivos. ¡Y vuelta a empezar!

Menos mal que te encontré. Tu genialidad desatascó el desagüe y acabó con el encharcamiento.


¡¡Qué rarita es una, pufff!!


(Karen Dinesen)

miércoles, 1 de abril de 2009

NO SÉ CÓMO EXPRESAR LO QUE PRETENDO...



Necesito escribir, y no sé hacerlo,
sobre la farsa que envuelve a la vida .
De las verdades que son de mentira.
De las mentiras que fingen no serlo.

De los relatos de “destripacuentos”.
De todas las promesas incumplidas.
De todos los problemas sin salida
que pretenden vendernos como inciertos.

Del sombrero de los ilusionistas.
Del bonito envoltorio de la nada.
De la vara sin magia de las hadas.

De habitaciones con vistas, sin vista.
Del desprecio que sufren las miradas
que nos miran, sufriendo, esperanzadas.


(Karen Dinesen)






MÁS TIEMPO PARA LA TERNURA..."por fa"


Queremos ser felices. Y lo buscamos constantemente entre las coordenadas que definen nuestra existencia: nuestro tiempo y nuestro espacio.

Intentamos darle forma a la felicidad en algunos hechos que se nos antojan caprichosos y livianos o en otros de aparente elevado compromiso social. Pero en cualquier acto consciente y buscado que no derive de obligaciones ineludibles, estamos tratando de hallar la píldora que nos haga felices.

Tomando una sidra o un café con los amigos mientras arreglamos los desaguisados municipales, de la Comunidad o del Estado si se tercia. Cuestión para la que nuestros políticos parecen sentirse incapaces. Con lo fácil que parece en ese contexto ¿verdad?...Comentando las incidencias del fútbol…rememorando el partidazo que hizo Nadal o la espectacular carrera de Alonso.

Asistiendo a una proyección seguida de una mesa redonda sobre las relaciones (¿) entre Israel y los palestinos. Escuchando el Mesías de Haendel en boca del coro de la Fundación Príncipe con la inestimable colaboración de la Sinfónica del principado (OSPA). Metiéndonos en la piel de cualquiera de los personajes protagonistas de alguna de las películas oscarizadas. O refugiándonos entre las páginas de un libro al amparo del silencio o en compañía de nuestra música preferida…Clasificando sellos, escribiendo, investigando nuestros orígenes o dejándonos dormitar mientras tenemos la mirada en la dirección de la pantalla del televisor, intentando desconectar con alguna de las series que nos ofrece la FOX.

Otras personas son felices debatiendo en los Consejos de Administración de empresas varias aunque se quejen amargamente de la falta de tiempo para distraerse. Su ocupación es la mejor distracción y suele procurarles las mayores satisfacciones, incluso cuando aparecen insatisfacciones. Ya tienen excusa para volver a debatir en el ánimo de salir de ellas.

Algunas no viven sin el compromiso político. Posiblemente lo vivan contradictoriamente entre satisfacciones y angustias. Pero no se da uno sin lo otro.

Y así vamos cubriendo nuestro tiempo y nuestro espacio de momentos felices puntuales o de breves periodos de enajenación. Sin embargo, cuando aparece un vacío, un hueco, una rendija, un resquicio entre ocios y quehaceres asoma a veces el plumero de la angustia. Ésa que tenemos reprimida o comprimida en algún lugar de nuestra entraña y que surge en cuanto le damos tregua. Para mantenerla a raya es necesario tener cuerpo y alma rebozados de ternura. Y de ésta andamos más bien escasos. Tal vez por eso nos cuesta tanto intercambiarla

Creo que montaré una fábrica de producción de la misma. Puede ser un negocio rentable. Al menos para la salud.

(Karen Dinesen)