domingo, 16 de abril de 2023

ALGUNAS VECES VALE LA PENA LEER LA PRENSA...

 

Desde siempre me pareció inmoral ganar dinero con dinero. Ya sé que esto , a una inmensa mayoría,  le parece una solemne estupidez. No es extraño, considerando que lo moral o inmoral se relaciona con el uso- o no- de las buenas costumbres y con la idea que tiene la persona sobre las normas que rigen el bien y el mal, algo obviamente (término al uso últimamente) subjetivo, y, en consecuencia, no válido para ser objeto de legislación.

Dicho lo anterior, no es discutible la moralidad o inmoralidad de ganar dinero poniendo en juego aquél del que ya se dispone ya que es suyo de su propiedad. Y la propiedad es algo intocable en un Estado en el que el “respeto a los derechos y libertades fundamentales “ (ahí queda eso…) es uno de los principios fundamentales.

No obstante, yo , pacata sin remisión, sigo pensando que es una fortuna disponer de dinero sobrante por mucho que los restos sean el fruto de una buena gestión del dinero que obtiene de su trabajo. Y aún hoy confirmaba este estado como afortunado al escuchar los pensares y decires de quiénes se presentaban a las pruebas para poder obtener un trabajo en EMULSA …”¡Una lotería!¡Un bingo!”…expresiones de algunas de las personas que allí concurrían.

No es un ejemplo moralizante gastarse las sobras en caprichos, evidentemente, pero engaño a la conciencia susurrándole al oído que ese gasto dará algún dinerillo a quienes me los proporcionan. Y aunque el importe de los caprichos probablemente no me diese a mí para participar en un “fondo” , cada vez que oigo la expresión “fondo de inversión” me viene a la cabeza  ¡¡¡DANGER!!!. Lagarto, lagarto…que diría mi güela.

Cuando veo a algunas gentes quejarse, razonable y justamente, de lo mal que son tratados sus padres, hermanos y demás parientes en las residencias de ancianos, dándoles a comer  bazofia  y manteniéndoles desasistidos por falta de higiene y otros cuidados, responsabilizando de tales desmanes a la gestión de la Residencia y elevando, por extensión, la queja a Consejería y/ o Ministerio de Asuntos Sociales…siempre me hago las mismas preguntas:

¿Acaso ignoran que es probable que el lugar en el que han puesto la confianza para el cuidado de sus parientes puede ser propiedad de un “fondo de inversión”?

¿Tendrán los afectados algunos de sus ahorrillos dando rentas en alguno de los múltiples “fondos” repartidos por el extenso mundo de las finanzas?

¿Serán acaso ellos mismos responsables, directos o indirectos , de la propia mierda en la que se están rebozando  y de la que culpan a los gestores de la Administración?

Estas cosillas comentaba yo uno de estos días con un amigo tan pacato como yo misma, diciéndonos que lo comentado debería quedar entre nosotros para evitar caer en las hordas liberales que nos juzgarían como radicales, extremistas, comunistas y por ahí p’alante…y hace ya tiempo que no estoy por desperdiciar el mío. Al menos de forma consciente.

Si hoy escribo es sólo para agradecer el magnífico texto del que es autor Pedro de Silva: “La moral del corredor de fondos”.  Artículo de excelencia. Debería formar parte de los programas educativos .

Que la Fuerza nos acompañe.