lunes, 29 de diciembre de 2008

SOBRE LA PROSTITUCIÓN


Alguien se refería recientemente a las labores del ama de casa como “prostitución legal” ( lógicamente en sentido figurado pero con cierta carga peyorativa) dándome pie a iniciar una reflexión al respecto.

Para poder ordenar las ideas necesito aclarar lo que se entiende por “prostituta” en términos objetivos y echo mano del Diccionario de la RAE. Me encuentro con lo siguiente: persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero. Me alegra encontrar una definición que no da lugar a dudas. Hubo ocasiones en las que, consultando algún diccionario, me encontré con definiciones tales como “persona que comercia con su cuerpo “, cosa que me complicaría bastante al no saber si incluir en el conjunto a Jane Fonda por “prestar” su rostro, no de forma gratuita, a una marca de cosméticos, o a Kate Moss por hacer lo propio con su cuerpo para lucir la ropa que diseñan éste o aquél modisto, por citar algún ejemplo. Pero no. La RAE lo deja muy clarito. Se trata de comerciar con el sexo, que no es lo mismo que hacerlo con cualquier otra parte del cuerpo. Es decir: el coño es el coño, y ponerle precio, aunque sea simplemente arrendándolo por un breve periodo de tiempo, es indigno…Esto no lo dice la RAE, por supuesto. Lo piensa o expresa una mayoría de personas de las que conozco, ya sean éstas encuadradas en ámbitos conservadores o progresistas. Las cosas están así. Y a mí esto me suscita todo tipo de dudas colocándome bajo sospecha.

Yo reclamo la legalización de la prostitución. Así de claro. Quiero que las putas, personas adultas y, doy por hecho, responsables de sus actos tengan derechos laborales reconocidos y trabajen en condiciones de seguridad ya sea trabajando como autónomas o por cuenta ajena, con su contrato en regla y su convenio, sí señor. Decir esto me hace indigna hasta a los ojos de mi psiquiatra, que sé lo que opina al respecto. Pero digo yo, ¿dónde está el mal que hacen las personas que ejercen esta profesión?...Yo tengo la sospecha de que su labor proporciona grandes satisfacciones a quiénes la demandan. Estoy refiriéndome al acto sexual entre dos personas que consciente, voluntariamente y sin presiones o formas de explotación de ningún tipo, realizan un trato en el que ambas partes están de acuerdo. ¿El punto de indignidad….? Pregunto…

Cosa distinta es todo lo que suele rodear al mundo de la prostitución, quizás por no estar ésta legalizada. Chulos, mercaderes, explotadores…Comercio de mujeres que se ven obligadas a hacer lo que no desean, sometidas a vejaciones y tratadas indignamente como no se merecen. Pero esto, que no deja lugar a dudas sobre su indignidad, forma parte de los arrabales, al margen del hecho en sí mismo de ejercer la prostitución como una forma de ganarse la vida que a mí no me seduce pero que me resulta tan respetable como cualquier otra. Y si hay que adjetivarla como banal, por ejemplo, (cosa que no tengo nada clara), la lista en la que habría que incluirla sería interminable. Así que, combatientes colegas feministas, conservadores, ardientes defensores de la castidad, tenéis en ésta que escribe una diana para ejercitar con los dardos…

Y enlazo con el inicio…¿El ama de casa “prostituta legal”…? En absoluto. Salvo que la afectada acuerde con su “partenaire” (el que aporta la pasta correspondiente al trabajo remunerado realizado fuera del hogar) introducir en el trueque los “polvos” que con él comparta. Si éstos no van en el paquete de intercambio de favores…¿Por qué “prostituta legal”…? Pero si quiere serlo no seré yo quien se oponga.
Karen Dinesen

jueves, 25 de diciembre de 2008

SOBRE CREAR Y CREER...

La reflexión que intento se la adeudo a otra . Leía recientemente un breve artículo al respecto de lo que el título recoge. ¿Es necesario creer para crear...? ¿Nace la creación de la fe que el creador tenga en la posibilidad de crear...?
En cualquier ámbito de la vida, y no sólo en el que a las artes afecta, es necesario creer firmemente en la capacidad para poder llevar a cabo la creación. Condición indispensable que anima el ánimo. Mas ¿es suficiente , me pregunto?...
En la búsqueda de respuesta necesito clasificar, separar ámbitos para poder continuar el análisis. Cuando me situo en el plano de la realidad en la que estoy inmersa y echo un vistazo alrededor, orientando la mirada en cualquier dirección que me indique la rosa de los vientos, el abatimiento es inevitable. No se hace necesario entrar al detalle. Por cotidiano no es menos deprimente el panorama que la vista alcanza. Y lo que es aún peor. No vislumbro viso alguno de soluciones a medio plazo: Los conflictos étnicos , eternos. Los bélicos, unos derivados de la causa anterior, otros a demanda, según intereses del poder con mayúscula: el económico. Siempre es el mismo aunque actúe bajo diferente máscara. Los efectos son acentuados por la inconsciencia en unos casos y la impotencia en otros, que caracteriza a parte del resto que no somos poder. Sólo y nada menos que colaboracionistas por activa o por pasiva. Unos por estar a su servicio y otros bajo su bota . ¿Hace falta crear para resolver?, ¿no estará todo dicho e inventado?...En este escenario me siento totalmente inútil. La imaginación no me da. Pero estaría dispuesta a contribuir en la construcción de un proyecto restaurador si lo hubiera: sumando ánimo, restando desesperanza, multiplicando esfuerzos y ,cómo no, dividiendo. Que también es necesario hacer partes iguales en lo que a recursos se refiere. Ya veríamos cómo distribuírlas...Pero es evidente que en este terreno yo no me siento capaz de crear aunque creyese en las posibilidades de que otros lo hicieran. En síntesis : creería pero no crearía. Construiría lo creado por otros.
Sin embargo, cuando me sitúo en el plano de lo irreal caben todas las posibilidades. En esta cancha los límites desaparecen . Ya estoy en la nube y el escepticismo quedó abajo. Es entonces cuando la creación es posible. La falta de fe es el impulso para ascender a la nube. Por lo que, en mi caso, deduzco que para crear tengo que NO CREER. ..
Karen Dinesen

martes, 23 de diciembre de 2008

HAY ALMAS Y ALMAS...

Sí. Hay almas y almas. Tantas como terrícolas. Lo dejo así que incluye mucho. Hasta lo que ignoro. Porque ¿qué sé yo si el fresno que veo desde mi ventana alberga un alma, verdad?...Y digo "tantas como" cuando puede haber bastantes más si consideramos que alguno de nosotros tiene más de una. Yo, realmente, no sé cuántas tengo ni dónde se esconden. Que van conmigo estoy segura. Se hacen notar. Les sirvo de medio de transporte y de continente. Al menos una tengo. Seguro. A veces me quedo totalmente inmóvil y hasta evito el parpadeo con la intención de localizar su escondrijo. Pero es más lista que yo. Y más ligera. Que para eso es alma. Y yo la llevo a ella además de cargar con mi cuerpo. Así que no hay forma humana de echarle el guante.
Me pregunto cuántas clases de almas habrá. Si tuvieran color, la mía sería de un rojoanaranjado porque os aseguro que es endiablada. Y esa forma tendría: de diablillo. Me las arma cada dos por tres. Y luego a arreglar el entuerto al psiquiatra. ¡Que vaya usted a saber cómo será el alma que porta ! Si es compatible con la mía tal vez me arregle algo. Pero si existen incompatibilidades...lo tenemos crudo.
A mí me habría gustado que me hubiera tocado un alma con forma de ángel, o de alguna figurita entrañable del belén...de esas que llevan serena y delicadamente , a veces hasta la quietud, alguna ofrenda al niño. De color azul...como esos cielos castellanos despejados que se dejan cruzar por bandadas de aves en viaje a cualquier lugar. Eso proporciona sosiego, paz, serenidad... Todo lo que a mí me falta porque mi alma carece de ello. Y como no son elementos de consumo pues no hay forma de adquirirlos...Claro que igual lo tiene en la reserva y la muy traidora no quiere hacerme la concesión. Sería capaz porque un poco la conozco. No en vano lleva conmigo toda la vida. Y lo cierto es que tengo la impresión de que no me llevaría bien con otra distinta. Está claro que somos animales de costumbres...
Y luego está lo de las almas gemelas. Yo sé (porque soy muy intuitiva y eso no se me escapa)
que mi alma ansía tener otra con la que quererse: reír, comentar entre ellas los efectos de las emociones con las que nos torturan, cotillear un poco , jugar al escondite...esto sí que tiene que ser dificilísimo. Porque esa forma de ubicarse en cualquier rendija de la entraña y a veces en varias a la vez, que parece que tienen el don de la ubicuidad, eso tiene que darles mucho juego. Ya lo creo. Claro que a lo mejor entre ellas , como conocen los trucos...supongo yo... Decía que mi alma puede necesitar de otra. Pero lo de "gemela", además de ser terrible para mi salud (me imagino cuando decidan el punto de encuentro en mi víscera), para ellas debe de ser un poco aburrido. Imagino dos diablillos de un rojo anaranjado. Tendrán vidas parecidas ¿qué van a intercambiar?. No. Lo de las almas gemelas no me parece buena idea. Pero claro, tampoco me apetece a mí que vaya a hacer migas con un alma negra cual noche sin luna, o de un blanco agrisado como esos cielos informes y húmedos que no dejan ver lo que hay detrás. Y mucho menos si se trata de un diablo amarillo enseñando una dentadura maliciosa de forma permanente. Que también hay almas así. Y parecen graciosas pero no son de fiar.
En fin. Que esto de las almas da para mucho comerse la cabeza. Que también una tiene de eso aunque le dé menos uso...
Karen Dinesen

domingo, 14 de diciembre de 2008

LOS ÁRBOLES VUELVEN AL BOSQUE EN FORMA DE CUENTOS

De cuentos de bosques...de bosques de cuento...
Recuerdo los inviernos de mis pocos años, envueltos, ya entonces, en pasiones. La lectura, una de ellas. Los bosque, otra.
Siento aún las sábanas calientes, recién planchadas por mi abuela para eliminar de ellas todo rastro de humedad que hubiera podido filtrarse a lo largo del día en un invierno frío y húmedo. Los pies apoyados en la bolsa de agua caliente y la cabeza reposada sobre la almohada doblada para permitirme leer con el torso incorporado. La colcha ,cubierta en su extremo superior por el doblez de la sábana, me llegaba justo hasta las axilas. Los brazos sujetando en mis manos un "cuento de hadas", un trocito de bosque en el que me adentraba y vivía hsta que era vencida por el sueño.
No hay cuento sin bosque...
Pero tampoco hay bosques sin cuento...Acudía a ellos de la mano de mi tío. La Navidad estaba próxima y el belén esperaba su puesta de largo. Mi tío iba hablándome sobre los árboles, castaños, robles...mientras yo disfrutaba pisando aquel suelo, mullido y a la vez crujiente, cuyo sonido constituía el preámbulo de la entrada en la ensoñación, antesala del cuento en el que mi imaginación se regodeaba mientras recogía musgo y trozos de corteza de árbol, intentando alargar la estancia en el bosque y en el cuento. La temprana oscuridad del atardecer invernal se encargaba de echar el cerrojo.
Pensaba entonces que en casa, al calor de las sábanas, me esperaba otro cuento de bosques entre todo un bosque de cuentos...
Karen Dinesen
(P.D. Esta reflexión en el recuerdo viene a "cuento" de una entrada publicada en Itaca blog, el 5 de Diciembre bajo el título de "Sin comentarios")

miércoles, 10 de diciembre de 2008

NADA ES AZAR



¿Por qué este título?

Fácil respuesta. Deseo sumarme a la campaña. Porque tiene que haberla. Mi despiste acostumbra a mantenerme al margen de algunas cosas que a veces tengo delante de mis narices. Pero en este caso, la frase que debemos a Richard Bach me golpeó dos veces en un breve intervalo de tiempo, haciéndome ver que ahí está : NADA ES AZAR. Tal vez sea un slogan (Benedetti lo fue recientemente) con el objetivo de despertar la conciencia y poner en marcha nuestra capacidad para combatir las lacras que padecemos y hacemos que otros padezcan. Una forma clara, contundente, breve y bella (azar me parece una hermosa palabra) de decirnos: "Lo que está ocurriendo aquí y ahora no es fruto de la casualidad. Existen responsables. Tú y yo lo somos" ¡Latigazo, no?...

Bien por el slogan. Vale la campaña. Pero...¿Alguien podría decirme de que va...? o ¿ tal vez las respectivas entradas en dos de los escasos blogs que frecuento son una simple coincidencia y va a resultar que "Algo es azar"...? Aunque "mientras conservemos la fe en nuestro sueños, nada nos sucederá por simple azar."




¿ Será que los "blogger" se copian...? ¿Valdrá eso en Internet?... belijerez, tú ¿cómo llegaste hasta esta que es mi casa...? ( y la tuya cuando quieras albergarte)






martes, 9 de diciembre de 2008

Estoy desconcertada. Sorprendida. Sin saber muy bien qué hacer o qué decir. No. No creáis que el desconcierto es por alguno de los sucesos cotidianos con que trata de sorprendernos el calendario cada día y que disponen de los ingredientes para producir tal sensación. No vayáis a pensar que estas palabras que estáis leyendo os aportarán nada sorprendente, curioso al menos , enriquecedor o siquiera divertido… Sólo pretendo expresar cómo me siento después de que, sin planificarlo (cosa en mí impensable), sin habérmelo planteado en ningún momento, me encuentro escribiendo un texto que, supuestamente y si antes no me arrepiento, pasará a mi historia como el insulso texto que ocupe la primera página de mi blog. Y ésta es la causa de mi desconcierto. TENGO UN BLOG.
Apenas hace unos meses entré en uno, gestionado de forma excelente, y atractivo en forma y contenido, para hacer un comentario y, sin siquiera llegar a alcanzar la meritoria denominación de internauta (soy una tremenda ignorante en el campo y me faltan créditos), parece que dispongo de un espacio en este mundo en el que estoy posando el pie. ¡¡¡Me aterroriza!!! pero debo reconocer que me ilusiona. Yo que apenas hace un año no quería saber nada de Internet...Pues qué bien! Llevo años utilizando el ordenador con fines profesionales. Esta vez fue el ordenador quién me usó a mí. Cumpliendo servilmente sus órdenes después de haber caído involuntariamente en sus redes al intentar entrar a hacer un comentario en otro hermano blog, me encuentro en este punto en el que ahora mismo estoy. En plena "seronda" de mi vida... La próxima vez que escriba intentaré hacer algo que os suscite un poco de interés al menos. Os lo merecéis si acabasteis de leer esto. Gracias.
Karen Dinesen
Etiquetas: otoño, reflexiones