Que no pudo Queipo con el poeta.
Que no acabó el fusil con el sembrado.
Retoñaron los brotes sepultados.
Cruzó su verso el cielo cual saeta.
Llegó de Nueva York por los terrados.
Salió del romancero en las carretas.
Sus bodas salpicaron la etiqueta
con sangre que brotó de su entramado.
A nadie dejó yermo con su Yerma.
Lloramos por Mejías con su llanto.
El odio a las luces su cuerpo entierra.
Pero en tierra quedó el verso arraigado
y surge de entre la hierba el poema
dándole vida al Lorca asesinado.
Salió del romancero en las carretas.
Sus bodas salpicaron la etiqueta
con sangre que brotó de su entramado.
A nadie dejó yermo con su Yerma.
Lloramos por Mejías con su llanto.
El odio a las luces su cuerpo entierra.
Pero en tierra quedó el verso arraigado
y surge de entre la hierba el poema
dándole vida al Lorca asesinado.
(K.D.)
2 comentarios:
Gracias karen, eres genial. Hemos tenido sincronía de pensamientos, sentimientos y de blog......jejejej.
Besitos, soy tu admiradora sincera y fiel.
Tú y bely con vuestras poesías lográis revivir lo que la "justicia" trata de tapar, enhorabuena a ambas.
Un saludín
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