Se ausentó dando gracias a la vida,
con voz grave y cadenciosa,
La Negra Sosa.
Durmiendo al negrito quedó dormida,
después de dar testimonio
de matrimonio
con los sin voz o voz enmudecida,
siendo la suya un clamor
contra el dolor.
Dulce grito de América Latina
que despertaba conciencias
en nuestra orilla.
K. D.
2 comentarios:
Me gusta que gente como Mercedes Sosa sea la voz de los que no la tienen.Y no sólo lo cuenta sino que lo canta.
¡No te puedes aguantar!
Un saludín
Ayyyyyyyyy que te quiero, ya sabía yo que tu tenías que decir algo.
Besos, preciosa, Mercedes nos dío vida a muchos.
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