miércoles, 11 de noviembre de 2009

EL MILAGRO: Una necesidad...casi básica


La ilusión explica el autoengaño aunque no lo justifique...Eso me parece a mí, vamos. Igual es una tontería. Pues también las tonterías son necesarias. Los hechos adquieren valor en la medida en que hay otros que no lo tienen. Digo yo...no sé


Pues ahí va algo que parece una tontería pero igual no lo es. O sí. ¡Yo qué sé!

Ponedle el título que os apetezca.


SIN TÍTULO


-¡Milagros, milagros! ¡Milagros vendo!-
gritaba un milagrero a todo trapo.
Que le hicieran tragar aquel mal sapo,
a un hombre pareciole un vilipendio.

-¡ A la luz de la ciencia no hay milagros!-
chillaba el ofendido en su conciencia.
Sin derrochar ni un gramo de paciencia
dispúsose a dar fin al descalabro.

Acercose al gentío acumulado
en torno a aquel embaucador farsante
en la sana intención de ver burlado,

con su pregón, al burlador mercante.
Mas quedose pasmado el ilustrado.`
¡Vendió toda su oferta el ambulante!.


K.D.

P.D. A veces pasan esas cosas...

3 comentarios:

Alipio dijo...

Pues te parecerá una tontería, pero creo que los vendedores de milagros que citas son los políticos y adláteres.
Y lo venden todo. Hay que jod#### con las tragaderas que tenemos.

Saludos.

Karen Dinesen! dijo...

¡Bingo, Alipio!
Pero a mí me cuesta cada vez más tragar los sapos aunque a ilustrada no llegue.
Un abrazo.

belijerez dijo...

Que güena eres, carajo!!!!!!!!!!!!!

Yo necesito más de un milagro, como todos (plural genérico).

Espero tu espístola, por faaaaaaaaa.
Besitos.