jueves, 15 de mayo de 2014

DERBY

 

¡Que ya empieza, que ya empieza!. ¡Qué "ilu"!!!, ¡el gran derby!.

Empiezo pidiendo disculpas por las molestias que pueda ocasionar a los lectores con mis comentarios. No es mi intención hacer daño a los que, como yo, tienen supuestamente en su mano la posibilidad de modificar el rumbo de la historia utilizando su voto el próximo 25 de mayo.Pero , probablemente, inevitablemente lo que diga acabará por joder a alguien.

Nos encontramos, una vez más, desde el comienzo de la instauración de la democracia (poder del pueblo????) ante el escenario de la obra de teatro que, por su regularidad y repetición de libreto, empieza a parecerse a aquel Tenorio que, durante el franquismo tocaba ver todos los primeros de noviembre.En aquel caso, al menos el libreto nos trasladaba emociones. La pasión estaba presente a ritmo de versos inteligentemente trenzados por Zorilla.Ya me conformaría yo con esto aunque la obra se repitiese hasta el hartazgo
.
Pero este "tenorio" que se nos ofrece protagonizado por Cañete y Valenciano se hace insufrible.Bien es cierto que asistir a la escenificación es un acto voluntario. Ufff!

Las compañías teatrales, a las que pertenecen los actores, vienen año tras año MONOPOLIZANDO el debate político electoral.Y, en consecuencia, el desgobierno. Llamarle "gobierno" supondría una visión desajustada de la realidad.¡Qué digo desajustada! ¡Distorsionadísima! Porque, a estas alturas, si alguno de ustedes sigue pensando que PP y PSOE son alternativas les sugiero una visita al oculista (por ser prudente en mi valoración). Si además piensan que representan a lo que yo llamo "pueblo" (tal vez la aclaración de este término necesitaría una entrada específica), o yo no soy pueblo o ustedes se han pasado al lado oscuro de la fuerza. Que de esto también hay en el pueblo para desgracia del mismo.

Mi desazón engorda al comprobar que aunque se hiciera extensivo el debate político a otras organizaciones políticas, sin duda ganaríamos en diversidad dialéctica pero es lo único de lo que no dudo. Bien. Habrá que hacer valer el valor de las dudas para hacer llevadera la digestión....

Y es que aquellas personas que ya estábamos en edad de apadrinar la democracia en su "bautismo" y hemos tenido la fortuna de acompañarla en su crecimiento, y esperamos seguir teniendo la oportunidad de seguir acompañándola en el mismo, observamos con cierta desolación que la altura y corpulencia no van acordes con el desarrollo del pensamiento de la criatura que se ha quedado en la adolescencia a pesar de contar ya 37 añitos.  

En fin! Que una está más que harta del guion... Me sentaría más desagraviada si Cañete se convirtiera en D. Juan y Valenciano aceptara el papel de Doña Inés.
No me digan que no sería más creíble oírle decir a Cañete aquello de:
"Por donde quiera que fui
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí" 
Aunque pensándolo bien.., este papel le vendría mejor a Gallardón,¿no?

 Elena Valenciano como una Doña Inés, abducida ante Cañete, después de haberse tragado la entrevista a Felipe González (jejeje):
"¿Y qué de hacer, ¡ay de mí!
sino caer en vuestros brazos,
si el corazón en pedazos
me vais robando de aquí?
No, Don Juan, en poder mío
resistirte ya no está.
Yo voy a ti, como va,
sorbido al mar ese río".

jejejejeje...
Permitidme la banalidad. La imaginación me hace más llevadero el hecho del debate, cuyos prolegómenos me estan radiando en directo desde la primera de TV. Ya desfilaron por la alfombra roja. Es hora de apagar la tele.
Besos.
K.D.

(Imagen extraída de Internet)

2 comentarios:

Alipio dijo...

Mucho me temo que han interpretado alternativa como alternarse, y eso es lo que hacen mientras bloquean las posibles alternativas reales.
Eso se llama repartirse el pastel.

Saludos.

Karen Dinesen dijo...

Lo mismo pienso, Alipio. Resulta desalentador que el pueblo siga contribuyendo a que la situación se mantenga. Pero todos llevamos en la mochila la carga de una historia. Es difícil desprenderse de ese peso a veces. Y la fatiga emocional nubla la vista...
Me agrada verte por aquí. Es alentador que aún te queden ganas.
Un fuerte abrazo.
Victoria.