jueves, 19 de noviembre de 2020
lunes, 2 de noviembre de 2020
"SENTIRES Y PENSARES"
Escuchaba en TV a la dueña
de un pequeño comercio de una localidad asturiana solicitar ayuda al Gobierno
Autonómico para que , de algún modo,
potenciase , favoreciese el “comercio de proximidad”. Con toda seguridad, esta buena
mujer defiende la libre iniciativa en el marco del libre mercado. Ese libre
Mercado que se regula a sí mismo y a ella misma pero se fue sin dejarle el
número del móvil. Y claro está. La señora decía que es imposible sobrevivir si los consumidores
siguen dándole oxígeno a AMAZON. Igual es demasiado cruel , más en este
contexto, darle la dirección de una página web para que exprese su denuncia .En
fin…conmigo puede contar su gremio, por
eso de que me gusta ver el género que adquiero amén de que la tecnología me
supercalifragistiliza y me da yuyu. Algo es algo….
La pasada semana tuve la oportunidad de que me recibiera, en
el Centro de Salud,la doctora que sustituye al doctor que me había atendido
hace un mes y que, a su vez, sustituía entonces a la doctora que me corresponde
y que lleva de baja un tiempo. Ahorro la descripción de los previos a la
consulta y de la misma. Lo que pude percibir es la presión a la que están
sometidas las personas que trabajan en la Atención Primaria, su voluntad,
dedicación y la toma de conciencia de que no van a estar mejor en cuanto a
recursos humanos porque es imposible. De dónde no hay no se puede sacar. Y lo
tienen claro. Y aún así, siguen…
Y de esto no hay un
culpable. Esto ya lo digo yo. Recuerdo a mi médico de familia, allá por los
años noventa del siglo pasado. En la puerta de su consulta había puesto un
enorme cartel en el que, con letras mayúsculas, expresaba su falta de tiempo
para atender a los pacientes. Reclamaba
quince o veinte minutos para cada
uno cuando en cinco minutos tenía que
despachar un par de ellos…Un buen día, con la sala de espera a tope como consecuencia de la demora,
abrió la puerta, contempló el panorama y desde el umbral nos grita angustiado: “¿Pero
qué hacen ustedes ahÍ? ¿A qué esperan para rebelarse y expresar las pertinentes
quejas en la administración?”. Suspiró y meneando la cabeza, giró sobre sí
mismo y volvió a entrar en el despacho. Alguien comentó, “pobre hombre”…”con lo
buena persona y buen profesional que es…”
“por eso seguimos aquí y esperamos lo que tengamos que esperar”…comenta una
tercera persona. Yo me sentí muy mal al darme cuenta de mi pasividad frente a
lo que estaba ocurriendo. No sé si los demás eran inconscientes…Yo era
irresponsable.
Y ahora, cuando todo se
precipita, la culpa es o del Gobierno o del /de la COVID-19 por extensión…El Gobierno no sabe mucho de este tipo de "bichos", y el desconocimiento resta culpabilidad, porque la Ley Natural nos disculpa en estos casos de ignorarla...Y para
ser culpable , premisa previa es ser responsable. Y me da que el virus de eso
no sabe. Como cualquier bicho, trata de hacerse hueco…Cierto que lo hizo sin
avisar y eso nos da cancha para darle caña. No obstante, las consecuencias de
esta intrusión en nuestras vidas es otro asunto…sobre estas si podríamos estar
alertados. Nos sobra ingenio, imaginación y ganas para hacer ficción sobre
amenazas apocalípticas. Eso nos entretiene y, como el ser humano siempre se
impone al maligno en un final feliz,
seguimos en línea de alimentar nuestra inconsciente soberbia.
Responsables pasivos unos,
irresponsables activos otros, TODOS SOMOS CULPABLES.
Esto no quita para que
cuando nos pisan el pie gritemos. La dimensión humana incluye nuestra dimensión
zoológica.
“Sentires y pensares”…pero
más “pensares” porfa, que andamos cortos... Es urgente.
Que la Fuerza nos acompañe.