LOS PROBLEMAS DE DOÑA LEIRE...

(Tengo que agradecerle a Leire Pajín el hecho de haberme distraído por un tiempo con sus transcendentales problemas sobre la discriminación de la mujer).

¡Con lo que a mí me gustaría que el Sr. Guerra se hubiera dirigido a mí como Señorita Victoria!

Y conste que no lo digo en el ánimo de molestar a la ciudadana Pajín o a la ciudadana Trinidad. Espero que no les disguste el tratamiento. Podría decir “compañera Trinidad” si perteneciese al club. Que ya decía ayer Leire Pajín que en el partido no había señoritos ni señoritas sino compañeros y compañeras. Como no soy del partido no me parece oportuno utilizar la denominación al uso en la organización. Por eso lo de ciudadana…

Pero la verdad es que a mí lo de señorita Victoria me encanta. Me acuerdo de la Señorita Adelina , que sería un poco cursi...no digo yo que no. Pero a mí lo cursi me gusta, oye. Y a romántica no tenía competidora...”Bajaba todos los días de su casa a la estación con un libro entre las manos de Bécquer o Campoamor...”

Busco la palabra “señorita” en el Diccionario de la RAE:

1. f. Término de cortesía que se aplica a la mujer soltera.

2. f. Tratamiento de cortesía que se da a maestras de escuela, profesoras, o también a otras muchas mujeres que desempeñan algún servicio, como secretarias, empleadas de la administración o del comercio, etc.

La verdad...no sólo no me molesta que me traten con cortesía... ¡Me encanta!

Igual esto responde a reductos machistas que se adhieren a mi víscera. Tendré que reflexionar al respecto, porque yo siempre di por supuesto que el machismo llevaba implícito el ánimo de mostrar a la mujer como ser inferior al hombre y, consecuentemente, un no reconocimiento de los mismos derechos para ambos. Pero lo cierto es que la consideración y el buen trato en uno y otro sentido, pues la verdad que no lo asociaba yo...

¡Y lo de que me llamen por el nombre!... Victoria...¡Si es que hasta me resulta cálido! Comprendo que dado el significado del término “señorito”, no procedería que al ciudadano Tomás, “compañero” al interior del partido según indicaciones de Doña Leire Pajín (igual lo de Doña tampoco es apropiado…ruego me disculpe si es así), le llamase el Sr. Guerra “Señorito Tomás”. Pero no me digan que no resulta mucho más frío lo de “Señor Gómez”. Desde luego, a mí lo de “Señora Jove”, para nada. Todavía recuerdo la primera vez que me llamaron “señora”. Fue en la cola de la carnicería. ¡No tenéis ni idea del bajón anímico! Ya sé que una es vulnerable y susceptible. Pero claro, en la carnicería no van a dirigirse a ti llamándote “compañera”. Y el carnicero no debió verme cara de “señorita”...pues qué le vamos a hacer.

Y, siguiendo en la línea argumental, entendería yo que Doña Trinidad se hubiera molestado si su estado no es el de soltería, en cuyo caso el Sr. Guerra debiera haberse dirigido a ella como “señora”. Pero “Señora Jiménez”, como reivindican sus compañeras de partido para “igualarla” en el trato recibido por el Sr. Gómez, ¡ni loca, vamos! ¡Dónde va a parar! Dónde esté el nombre, cálido, cercano, personal...¡que se quite el apellido!. Doña Trinidad... o Señora Trinidad. Así sí.

Sra, Jiménez...Uf!! Me recuerda al colegio de chicos en el que estudió mi hermano. Siempre les llamaban por el apellido. Yo la verdad, si estoy en el lugar del varón, exigiría el mismo trato que a las mujeres. “Señorito” no es propio puesto que su significado está lejos del “señorita”.¡ Pero vamos! A D. Alfonso Guerra le pongo yo a vivir, en el caso del compañero Gómez, si no utiliza la fórmula de D. Tomás.

No sé...Esto del lenguaje sexista siempre me confunde. Necesito un curso intensivo al respecto. Entretanto, estoy dispuesta a ser flexible con Doña Leire Pajín, y si perteneciese al partido no me importaría que el Sr. Guerra me llamase “compañera señorita Victoria”. ¡Qué líos,no?...

Karen Dinesen

P.D. Un recuerdo y mi agradecimiento para Jhon Lennon en el aniversario de su nacimiento.

http://www.youtube.com/watch?v=2xB4dbdNSXY