Siempre te busco y no te encuentro siempre.
Si dejo abierta el alma y no te siento
paso del blanco al negro en un momento.
El día, al alba, el declinar emprende.
Luce el sol y, a mis ojos, no se enciende.
El trinar de las aves es lamento.
La brisa en mi rostro es molesto viento.
Canto mi pena al mar y no me entiende.
Si cercano te intuyo y te presiento,
deja paso el pesar al aliciente.
Que te quedes en sombra te consiento.
Pues si a la par caminas tú, silente,
me llega tu calor. Y con tu aliento
la luz, como la luna, va en creciente.
(Karen Dinesen)
5 comentarios:
Preciosa la poesía, como siempre.
A ver si te animas a escribir un soneto en bable. Qedaria de fábula.
Saludos
Gracias, Alipio.Igual lo intento. Si lo logro, te lo dedico...
Saludos a ti también.
¡Preciosu el poema!
"Te quedes en sombra te consiento"
Que buen oxigeno para el alma, es guss....to leerte.
Me presta que os preste.
Un abrazu
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